I think i'm love - Kat Dahlia
Sus manos viajaron con maestría por toda la extensión de mi espalda, pronto lo sentí entre mis piernas, acorralándome contra el sofá y sus brazos sosteniéndose a los lados de mi cadera, creando una especie de prisión entre sus brazos y su cuerpo. Su beso era exigente, demandaba todo de mí, invadiendo mi boca, invadiendo mi mente, mi corazón, colándose sin problema en mis sentidos, en mi ser entero. Y ante aquello, yo me deje fluir sin problema, solo tratando de corresponder lo más que podía a sus roces duros y firmes, tratando de seguirle el paso a sus labios que comprimían y succionaban, que relamían mi boca, que me robaban el aire.
Y poco a poco, u a de sus manos se fue deslizando sobre mis piernas, dejando una estela caliente que inyectó lava a mi torrente sanguíneo, incendiando todo a su paso, convirtiéndome en dinamita a punto de detonar. Y justo cuando sus labios viajaron hasta hacer contacto con la piel hipersensible de mi cuello... todo por fin estalló, y podía jurar que desde que sentí su aliento acariciar el lóbulo de mi oreja, el autocontrol y la cordura desaparecieron de mi cuerpo, dejándome a su merced. Sin embargo, cuando creí que el momento había llegado, Kyan se alejó de golpe, dejándome jadeando y anhelante de más, de mucho más.
—Lo siento, lo siento, yo..., me deje llevar..., no es el momento. ¡Maldición! Disculpadme bonita, no volverá a pasar... —Relamí mis labios imposiblemente hinchados y seguramente rojos, comencé a dar grandes bocanadas de aire, podía sentir el golpeteo de mi corazón en mis oídos.
Kyan estaba de espaldas y por el movimiento de sus hombros logré ver que su respiración estaba igual de acelerada que la mía. ¡Dios!, todo había sido tan excitante.
Me erguí en mi asiento y fue entonces que él se giró por completo para encararme y su expresión era de culpa, en verdad creía que se había sobrepasado. Le sonreí para tratar de aminorar ese sentimiento erróneo, porque aquello estaba lejos de haberme incomodado y aunque no se lo diría, no en ese momento, me había fascinado.
—Descuida, estoy bien, ¿sí? —Me acerqué poco a poco, soltó un suspiro y a continuación me sonrió, correspondí al gesto y luego alargó su brazo para halarme y después envolverme en un abrazo. Besó mi cabeza y sentí como aspiraba mi aroma.
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A pesar de todo © [COMPLETA]
RomansaEmily pasaba sus días trabajando y ahorrando para pagar sus estudios; y sobre sus planes lo menos que esperaba -o deseaba-, era enamorarse. Ya que, para ella, el hecho de entregar su corazón..., ya no lo concebía como una opción. Sin embargo, fue ah...