21. Audacia

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Die Trying - DICHL

Inmediatamente el pulso se me disparó y antes que terminara la canción, lo hice

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Inmediatamente el pulso se me disparó y antes que terminara la canción, lo hice. Atrapé uno de sus suaves y tibios labios entre los míos; así como, al sentir su abandono y su agarré fierro a mi cadera, lo halé con lentitud, acercándolo y escuchando como su respiración se volvía inconstante, recibiendo con deleite sus jadeos casi inaudibles de aceptación y que, por nuestra cercanía, logré percibir.

Y me sentí poderosa, comprendiendo que tanto él como yo estábamos perdidos en toda esa bruma que nos tenía presos. Intensifiqué el beso, dejando que mi cuerpo tomara el control, dejando a un lado la aprehensión que murmuraba que eso no estaba bien. Sin embargo, cuando nuestras lenguas se encontraron, un fuerte empujón me hizo salir disparada hacia un lado, dándome de bruces contra el suelo, siendo víctima de pisotones de las parejas que ahí bailaban.

Y sin procesar aún lo que ahí pasaba, las fuertes manos de mi novio me levantaron del suelo, mientras me miraba con preocupación. Volví mi rostro y fue entonces que..., todo cobró sentido: a un metro de mí estaba Laila y sus secuaces, la primera me miraba retadora, aunque haciendo uso de su expresión de arrepentimiento, que no era más que una máscara. De inmediato, la ira comenzó a crecer en mi interior, ¡¿qué demonios le pasaba?!

—No fue mi intensión, saliste de la nada y chocamos... —dijo, la que, al parecer, se había proyectado contra mí, con toda la maldita intensión. Sentí la ira burbujear en mi cuerpo, di un paso hacia ellas, pero las manos de mi novio me aferraron de la cintura.

—Sí, Emily, no fue culpa de Carmen. Saliste de la nada —dijo Laila, excusando a uno de sus títeres. Casi enseguida, Laura apareció en escena y las miró fulminante.

— ¿Qué esperan? ¡Lárguense a buscar un hombre donde restregarse! —gritó, echándolas con las manos y fulminándolas con la mirada.

Y ellas, mientras soltaban risas de burla y miradas discriminatorias, se fueron. Pero, antes que se perdieran entre el mar de gente, una mirada de soslayo de Laila sobre mi novio y luego sobre mí, me dejó un mal sabor de boca e inmediatamente algo dentro de mí se activó y comenzó a mandar señales de alerta. Eso no iba a quedar ahí, ella iba trás de Kyan.

A pesar de todo © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora