Capítulo 4

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Alice


Si existía algo interesante que hacer ahí aun no lo descubría. Di vueltas por toda la casa e incluso alrededor, sin alejarme demasiado, y no encontraba nada interesante que hacer. Ni siquiera sabía dónde estaba el gruñón de Travis que se había ido desde muy temprano y aun no regresaba.

Esa mañana había despertado asustada al no reconocer mi entorno y más aún, al encontrarme sola. Fue horrible hasta que con un poco de esfuerzo me recordé lo que había sucedido la noche anterior. Un rato después, me había armado de valor para dejar la cama e ir a la cocina por té, y que suerte que Travis tenía una caja de té intacta. Mientras esperaba a que el agua hirviera, me calenté las manos acercándolas a la llama al tiempo que me fregaba las piernas entre ellas. Moría de frio. La casa estaba helada y yo solo llevaba puesto un fino pijama de verano que Joy había puesto en la bolsa con la ropa que me dio. Revise la bolsa, una vez que mi té estuvo listo. Me probé los pantalones, pero todos me iban largos y se me caían, así que regresé a mi vestido. Para mi suerte, dentro de la bolsa también había unas medias de lana color blanco. Sobre el vestido me puse la capa roja que había utilizado la noche anterior. No estaba como para ir a recorrer una montaña helada, pero al menos me sentía más protegida del frio.

Después de cambiarme no había sabido que hacer y termine sentándome en el escalón de la entrada con la mirada perdida en el bosque, esperando a que Travis regresara. Moría de aburrimiento.

Nada que hacer. Absolutamente nada.

Mire cada árbol y examine cada movimiento. ¿Habrá animales en ese bosque? Estreche los ojos, pero me quite la idea de la cabeza eso solo me haría tener miedo y no era buen momento.

- ¿Aburrida? - Pregunto una voz detrás de mí.

Intenté torpemente darme la vuelta y caí al suelo sintiendo como todo mi cuerpo se sacudía, principalmente mi cabeza. Un dolor punzante me mareo.

- ¿Estas bien?

Una persona estaba de cuclillas a mi lado y no era Travis.

Logré sentarme, pero me sentía terriblemente mareada así que cerré los ojos presionando con fuerza. Algo se me vino repentinamente a la mente: una persona, no podía ver su rostro, pero si oí lo que dijo y me llamo Alice.

- ¿Alice? - Susurre confundida.

- Mucho gusto, Alice - él joven a mi lado me dedico una dulce sonrisa y luego una mirada de preocupación, - ¿Estas bien? Lo siento, no fue mi intención asustarte.

Asentí y él coloco sus manos en mí para ayudarme a ponerme de pie.

- Gracias - me aleje un poco para examinarlo. Parecía inofensivo. Era alto, muy delgado, cabello rubio claro y ojos celestes de lo más brillantes, - ¿Quién eres tú?

- Soy Eliot. Vivo cerca de aquí. Entre por atrás no vi a Travis por ninguna parte y entonces te encontré aquí afuera - explico sin quitar esa simpática expresión de su rostro. ¿Realmente Trav tenía amigos tan simpáticos siendo él todo lo contrario? - ¿Puedo preguntar quién eres?

- Lo siento, no creo que pueda responder eso, Eliot.

El arqueo las cejas intrigado.

- No esperaba una respuesta tan rara – sonrió divertido -. Aunque ya de por si es extraño que una chica como tú este en la puerta de Travis. ¿Estas esperándolo?

- Si. Se fue temprano por la mañana y me dejo aquí. Me asusté mucho al despertar sola y no sabía que hacer...

- ¿Despertar sola? – pregunto Eliot, su sonrisa perfecta se torció con diversión.

[1] I almost do (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora