Capítulo 10

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Alice

Ya estaba bajando el sol para cuando regresé con Joy al pueblo y fui recibida por la señora Nora quien me obsequio una gran cesta con frutas y verduras. La acepte agradecida y ella se despidió con una sonrisa.

- ¿Qué piensas hacer con todo eso? - curioseo Joy.

- No prepares nada para Trav hoy – le dije -. Esta noche yo hare la cena. Sera una buena forma de disculparme por lo que paso en el arroyo – suspire.

- Alice, no tienes que disculparte, lo que ocurrió fue un accidente. - Puso sus manos sobre mis hombros -. Travis se preocupa por ti, eso es todo, no sabe cómo lidiar con eso. Esta confundido.

Le dedique una sonrisa amable.

- Joy, ¿tienes algún libro de cocina?

- Dame un minuto - dijo ella antes de entrar corriendo a la cantina.

Solo tardo unos minutos hasta que finalmente volvió.

- Mira esto - me señalo el libro que llevaba en la mano -. Las que tienen las esquinas dobladas están así porque son las comidas favoritas de Travis. Y esto, - levanto una pequeña bolsa que llevaba en la otra mano - son ingredientes que posiblemente necesites.

- ¿No los necesitan en tu casa? - pregunte, ella negó con la cabeza. Ojeé rápido algunas páginas del libro de cocina y sonreí -. Es estupendo. Gracias Joy, me será de gran ayuda - salte y la abrace.

El cielo se encendió por un segundo haciendo que todos miraran hacia arriba.

- Creo que enseguida va a llover. Deberías darte prisa - me dijo ella - ¿Necesitas ayuda con eso?

- Estaré bien. Otra vez, gracias - caminé tan rápido como pude con una gigantesca y pesada canasta mientras me aproximaba a la casa a través del bosque.

Cuando llegue coloque la canasta sobre la mesa y examine el libro de cocina buscando algún tipo de receta que no llevara más de lo que tenía. Inspeccioné el refrigerador de Travis y encontré algunas cosas que me fueron de ayuda. Me resulto fácil la preparación así que supuse que alguien alguna vez me enseñó a cocinar y en ese momento, le estaba muy agradecida.

Para las ocho y treinta la cena estaba lista así que mientras esperaba a Travis me di un buen baño caliente, para cuando estaba afuera él entraba por la puerta principal. Nos cruzamos en el pasillo. Él miraba hacia el suelo y su rostro quedaba oculto tras su cabello negro que caía en puntas.

- Travis - dije para llamar su atención.

No me miro, me esquivo y fue hacia su habitación.

- ¿No vas a hablarme? - No hubo respuesta -. Prepare la cena, está en la mesa por si ya tienes hambre – anuncie antes de salir por la puerta principal y me quedarme sentada en el porche mientras daba largos suspiros.

¿Por qué parecía que no podía hacer nada bien con él? ¿Por qué era tan malditamente difícil tratar con él? Y cuando parecía que finalmente sentía que podía reparar las cosas, él llega y nada parece bien. Nada. Parecía que lo único que podía hacer era estropear más las cosas. Incluso llegue a pensar que, aunque estuviera aun enfadado conmigo, comería ya que ni siquiera había almorzado. No quiso probar ni un bocado de lo que Joy había llevado.

Observé la lluvia caer delante de mí y me di cuenta que las lágrimas eran parte de esas gotas que rompían en el suelo. Así que, llore por los que fueron largos minutos hasta que oí un sonido detrás de mí y rápidamente me seque las lágrimas.

- Entra o te vas a enfermar.

Me di la vuelta para verlo parado detrás de mí con una expresión de arrepentimiento. No era una ilusión, era real arrepentimiento.

No di respuesta y me mantuve observando la lluvia.

- Hace frio aquí afuera - comento irritado. - Entra de una vez, vamos a cenar.

Lo ignore, pero por dentro estaba sorprendida de cómo se irritaba poco a poco.

- ¿Estás haciendo la ley del hielo? - murmuro. Chasqueo la lengua y se paró frente a mí a pesar de que se estaba mojando. - Ya tuve suficiente de esto.

Fruncí el ceño ante su comentario y antes de que pudiera oponerme me cargo sobre su hombro, como si fuera un bolso, llevándome adentro.

- ¿Qué estás haciendo? – chille. Reí por su comportamiento. - ¿Esto es más fácil que pedir disculpas?

Me dejo sobre mis pies en la sala.

- ¿Pedir disculpas, eso era lo que querías? No lo hare. - Se cruzó de brazos.

- Sabia que no lo harías así que tomare ese paseo como hacer las paces – bromee.

- Eso no fue hacer las paces - se quejó.

- Como quieras, pero vamos a comer, muero de hambre - lo tome de la mano y lo arrastre hasta la cocina. Nos sentamos a la mesa y mientras Trav comía lo observaba para ver su reacción al probar cada plato que había preparado.

- ¿Qué tal? - Sonreí expectante.

- Nada mal - mastico -. No sabía que cocinaras.

- Yo tampoco.

- ¿De dónde sacaste toda esa verdura? - Señalo la canasta con la verdura que me había sobrado.

- La señora Nora me las obsequio por ayudarla.

- Que amable.

- Si, es una mujer increíble. Al igual que los padres de Joy, son personas adorables y me tratan como si fuera parte de la familia – le conté con una enorme sonrisa.

- Son buenas personas – dijo.

Terminamos de comer al mismo tiempo, junte los platos para dejarlos sobre la mesada y saque la ensalada de fruta de la heladera.

- Aquí viene el postre - anuncie felizmente.

- Creo que ya estoy lleno - suspiro.

- Me tomo mucho trabajo así que te lo vas a comer como sea - entrecerré los ojos.

Él me miro con una sonrisa traviesa y casi se me cae todo al suelo.

- ¿Vas a obligarme?

Mi cuerpo había quedado helado por la conmoción. Estaba sonriendo, había logrado que Travis sonriera y eso me hizo indiscutiblemente feliz.

Intente no arruinarlo.

- Si, voy a hacerlo. – dije antes de dejar una copa llena frente a él. Me senté en mi lugar sin poder quitarle los ojos de encima, aunque esa sonrisa ya había desaparecido.

[1] I almost do (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora