Capítulo 20

51 6 0
                                    

Alice


El silencio dentro del auto era demasiado pesado mientras dejábamos atrás el pueblo incluso parecía empeorar a medida que avanzábamos en el camino. Cuando vi que dejamos el bosque totalmente atrás dejé escapar un largo suspiro de tristeza porque ahora estaba confundida sin saber si quería recuperar mis recuerdos o regresar a la casa de Travis y vivir con los que habíamos creado.

Mire de reojo al hombre a mi lado, conducía tan concentrado casi me pareció que no parpadeaba y apretaba demasiado las manos en el volante como si estuviera ansioso o incluso nervioso. Se suponía que conocía a Drew, pero no podía recordar nada sobre él ni siquiera me había parecido familiar y esperaba que con las próximas personas que viera no sucediera eso.

Esto de perder los recuerdos es frustrante hasta el punto de querer dejar de intentar recordar.

- Podrías si no es mucho problema, decirme algo sobre mí o de dónde vengo. Esto es frustrante se supone que eres mi hermanastro, pero no te recuerdo. - Al romper el silencio me sentí aliviada pero la expresión abatida de Drew no cambio.

- No soy tu hermanastro.

- ¿Qué? - Chille y de pronto respirar era difícil y pesado. Estaba en un auto con alguien que no era quien decía, en otras palabras, un completo extraño.

- Entonces, ¿quién eres?

- Lo sabrás cuando lleguemos. Sé paciente.

- Quiero saberlo ahora o yo, yo me arrojare del auto -. Él rio porque estaba seguro de que no lo haría. - ¿No me dirás nada?

Simplemente negó con la cabeza.

Drew no es agradable, pensé. Ya lo había pensado antes, mientras él discutía con Travis y decía e insinuaba sin sentidos. No entendía mucho de lo que quería insinuar, sin embargo, Trav si lo hacía y se enfadaba mucho. Realmente creí que iba a golpearlo, por suerte, el señor Fred estaba ahí para separarlos. Aunque en alguna parte muy oscura de mi mente, pensé en que Drew se merecía un puñetazo por ser tan arrogante. Aun no podía entender como él estaba emparentado conmigo. ¿Y mis padres? ¿Por qué no habían ido ellos por mí? ¿Realmente podía confiar en Drew? Todo acerca de él es confuso y dudoso. No quería dar respuestas y yo no podía obtenerlas más que llegando al fondo de todo con él. No tenía otra manera.

El resto del viaje continuo en silencio hasta que finalmente caí dormida. Mis ojos se abrieron cuando el motor se apagó y el auto ya estaba aparcado en un garaje muy grande. ¿Dónde estábamos? Había tres coches allí. Pensé que podría ser algún garaje pagado, pronto me di cuenta que en realidad era el garaje de una casa.

- Baja y prepárate. - Se quitó el cinturón de seguridad y salió del auto.

- ¿Prepararme para qué? - Era extraño, pero no estaba asustada en absoluto.

Baje del auto mirando a mi alrededor, había un aire de nostalgia que no podía ignorar.

- ¿Qué esperas? Sígueme – ordeno impaciente.

Lo seguí atreves de una puerta que llevaba a un enorme recibidor muy elegante decorado con colores verdes y blancos. Lo más llamativo de todo era un brillante candelabro que colgaba del techo en el centro de la habitación.

- ¿Dónde estamos? - pregunte completamente asombrada.

- En casa, ¿dónde más? – replico como si fuera obvio. Camino hacia las escaleras y subió hasta un pasillo con al menos diez puertas. Se detuvo frente a la única de dos puertas y toco.

Me detuve en silencio mientras lo seguía dentro de la habitación, dos mujeres con vestimenta de mucamas salieron dejándonos a solas con una mujer mayor que me miraba con una mezcla de sorpresa, alivio y felicidad. Luego vinieron las lágrimas.

[1] I almost do (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora