Capítulo 11

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Travis

Alice y Joy se había ido hacia el pueblo por un camino mientras Eliot y yo tomamos otro, porque no quería ver a Alice, no al menos hasta que me calmara.

Le deje la pesca del día al señor Porter y él nos dio nuestra paga con un largo discurso de agradecimiento. Luego de eso seguí a Eliot hasta la cantina, donde vimos a Joy sola en la puerta observándonos. Supuse que Alice ya se había ido. Ella nos lo confirmo. Estaba enfadada conmigo, lo veía en sus ojos y en la forma en que me hablaba.

- No hay nada para ti aquí hoy – me dijo cortante y se metió adentro.

- Ouch – soltó Eliot observándome con una mueca. – La hiciste enojar.

Bufe.

Acompañé a Eliot a su casa, solo para atrasar mi regreso.

- ¿No crees que estas siendo duro con ella? - Había preguntado Eliot.

- Estoy siendo justo.

- Que ella cayera fue un accidente. Acéptalo. No puedes enfadarte con Alice por eso para siempre.

Mostro su típica sonrisa amable.

Ya había aceptado que no fue más que un accidente, pero esa repentina preocupación me había dejado demasiado enfadado conmigo mismo. No soy del tipo que pierde el control y últimamente no dejaba de suceder. Manejar mis emociones se había vuelto algo difícil y eso me hacía estar de mal humor.

Regrese a la casa y al entrar sentí el aroma de la comida recién preparada, era posible que Joy le hubiera entregado la cena a Alice. Era una posibilidad. Ella había actuado enfadada, pero yo sabía que no podía enojarse conmigo por ser yo mismo.

Y hasta ese momento, no me había dado cuenta de lo hambriento que estaba.

Alice apareció en mi camino cuando iba hacia la habitación y no pude mirarla, ella me hablo, no obstante, la ignore y pase a su lado.

Me quite las botas de pesca mientras ella hablaba y comentaba que había preparado la cena. Sabía que estaba tratando de hacer que las cosas mejoraran, pero parecía que nunca podían estar bien, no mientras yo no pudiera controlarme. Y cuando oí la puerta principal mi corazón se contrajo porque supe que mi entrada indiferente la había herido en su intento por ser amable.

Apoye la cabeza contra la pared mientras me tragaba mi orgullo, ir por ella iba a resultar difícil pero no imposible como sacar una disculpa de mí.

La vi sentada en el porche y temblando y dije lo primero que se me ocurrió. Me echo una mirada fugaz y se quedó ahí plantada observando el suelo. Me ignoro mientras le hablaba y eso me irritaba aún más que estar rogándole, así que la cargue sobre mis hombros y la lleve adentro. Increíblemente, se estaba riendo cuando hace un segundo la había visto llorar. Me desconcertaba.

Luego de una corta discusión me arrastro hacia la cocina y nos sentamos a cenar. Hice todo lo que pude para ser amable con ella, incluso seguí una de sus bromas lo cual parecía haberla hecho feliz.
Pero el momento podía salirse de nuestro control en cualquier momento.

Más tarde, cuando ella salió de bañarse, me ofreció las cosas que había utilizado las noches anteriores para limpiarle la herida y se sentó en la cama sin esperar respuesta. Obedientemente la seguí y me senté detrás de ella, moví su cabello hasta encontrar la zona lastimada. Ya casi no tenía hinchazón y la herida era casi diminuta. Limpie y frote cuidadosamente.

- ¿Tienes libros por aquí? – pregunto. – Me gustaría leer algo antes de dormir.

- No estoy seguro, tal vez en la habitación...

[1] I almost do (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora