Travis
Diez días atrás me había despedido de Eliot y aún no había preparado siquiera una maleta para el viaje, aunque no tuviera demasiadas cosas que llevar lo que era bueno porque no tenía mi propio coche en el cual transportarme. Había pensado en rentar uno en la ciudad más próxima.
En lugar de comenzar mi viaje estaba sentado en la hierba debajo de un árbol frente al arroyo, el mismo donde Alice había caído esa vez que me enoje tanto con ella. Ahora que miraba atrás en ese recuerdo, había hecho tanto escándalo por eso cuando fue un accidente, pero fue el sentimiento de preocupación lo que me saco de mis casillas. Porque me había palpitado el corazón tan desesperadamente cuando pensé lo peor y eso no era normal en mí, no había podido controlarlo.
Quite esos recuerdos de mi mente y me concentre en mi viaje. ¿Por qué todavía no me había ido? No tenía señalado por dónde empezar, pero eso no parecía un problema cuando había comenzado con todo esto. Ya debería estar en camino. ¿Qué carajo esperaba?
No lo vi venir, así que me tomo por sorpresa cuando el perro negro que Alice, había llamado lobo, salto sobre mí y me derribo.
- Quítate de encima - lo empuje con fuerza y se apartó luego de lamerme toda la cara.
El perro se me quedo mirando luego de que lo hice a un lado, pero no tenía nada para alimentarlo si eso era lo que buscaba, me sorprendió que, sin embargo, se acostó sobre la hierba frente a mí y se quedó allí, mirando hacia el rio.
Ambos nos quedamos allí hasta después del atardecer, el perro me siguió a casa e incluso entro con toda naturalidad cuando yo lo hice, pero no le di importancia. Una vez en la cocina le di un poco de pan que había sobre la mesa, se lo comió de un bocado.
Me senté junto a la mesa observando por la ventana como poco a poco el cielo se volvía oscuro y nos envolvía el silencio de la noche; en mi mente solo oía ecos, recuerdos y pensamientos que no querían ser ignorados. ¿Por qué todavía no había comenzado mi viaje a ninguna parte? ¿Por qué me costaba tanto juntar mis cosas e irme? ¿Acaso no estaba listo? Que absurdo. Por supuesto que lo estaba, me había propuesto hacer esto hace tanto tiempo que ya debería estar muy lejos. ¿Dejaba algo importante atrás, recuerdos quizás? Llevaba los recuerdos importantes guardados en mi mente, aunque no quería aferrarme demasiado a ellos, nada del pasado que no me dejara avanzar. No quería. Así que, ¿Por qué? ¿Por qué aún estaba en el mismo lugar? ¿Esperaba que...?
La luz se encendió de repente, sorprendiéndome.
- Es la primera vez que te veo con esa expresión - mire a Joy parada frente a mí, sonreía tiernamente -. Pareces un adorable niño.
No la había oído llegar. Para nada. Es como si mis sentidos se hubieran dormido hace algún tiempo porque había tantas cosas que repentinamente no me alertaban. Solía oír hasta el más mínimo sonido de pasos, y aquí estaba Joy, sorprendiéndome dentro de mi casa sin que la notara, hablando sobre que me veo adorable con los brazos cruzados sobre la mesa y el mentón apoyado en estos. No le veía nada de adorable.
- ¿Un niño?
- Lo sé. Es raro oírlo, ¿verdad? - rio.
Nunca nadie me llamaba niño, para todos siempre era el tipo que aparentaba más edad de la que tenía, no porque en realidad lo pareciera sino más bien por mi seriedad constante.
Note que ella llevaba una bolsa en la mano y cuando me vio mirándola la coloco sobre la mesa.
- Lamento entrar sin avisar, pero como vi todo oscuro creí que... - No termino la frase. Levanto la bolsa en su mano. - Te traje esto porque me preocupaba que no estuvieras nada para cenar.
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[1] I almost do (Saga: Out Of The Woods)
Romance~ Primera parte de mi saga Out Of The Woods ~ Alice despierta en una oscura habitación en algún lugar desconocido y no recuerda absolutamente nada. Y quien esta junto a ella no es exactamente la persona mas encantadora del planeta. Historia y pers...