ACT IX: El perro fiel, Jotaro Kujo

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Noriaki

hace unas horas 

-Ya te lo dije Shiza, no puede quedarse en tu equipo porque Él entró a mi equipo primero, sino que le enseñarás? a volar un avión? no seas ridículo Zeppeli- sermoneó el peliverde encaminandose a la oficina del dictador junto con el anciano quien indirectamente insistía en que hicieran un intercambio, pero Rohan kishibe era posesivo con sus cosas, más cuando le traían tanto éxito a su puesto, era un diamante en bruto después de todo.

-bien, bien, ya entendí, no tienes que sermonearme Rohan, pero que sepas que cuando el sir lo conozca querrá tener- comentó el anciano con algo de molestia y calla de inmediato en cuanto las puertas se abrieron de par en par mostrando al pelirrojo con una mirada curiosa y frivola a la vez, con sonrisa traviesa e intimidante, la maldad encarnada en todo su esplendor.

-oya oya, los escuché murmurando a través de la puerta tan ruidosamente que no pude evitar meterme, hablan de un nuevo recluta acaso~?- mencióno en un ronroneo como si de carne fresca se tratase.

-Sir kakyoin! me disculpo por el notable y ruidoso disturbio que le hayamos ocasionado- exclamó con sumo respeto el anciano haciendo una reverencia, a comparación del peliverde quien le miraba fijamente a los ojos sin temor, tan liberal, pero al parecer y eso al director no le molestaba porque después de todo y su trabajo era impecable, un par de privilegios que no le daba a cualquiera.

-y bien?- preguntó impaciente el pelirrojo mientras los invitaba a pasar para entregarles sus recados

-Kujo Jotaro, 23 años, 82 kg y 1.95 de altura, calificación más alta en las pruebas de resistencia- comentó inmediatamente el peliverde dándole la información que realmente necesitaba Noriaki sin dar muchos rodeos

-ya veo, entonces tendré que hacer la invitación tan pronto sea posible -mencionó alegremente con una amplia sonrisa- que gracioso~ al parecer y te bajaron del trono Kishibe, como te sientes al respecto? -miró de reojo al contrario con malicia en su mirada murmurando en un tono burlón-

Rohan no dijo nada, se quedó en silencio y apartó su rostro indigno por esas palabras que lograron herir su orgullo aunque sea solo un poco, El dictador contuvo sus ganas de reír, después de todo era imposible bajarle el ego al teniente.

-tienen todo preparado para esta noche?- preguntó Noriaki rompiendo el silencio y tomó una carta de invitación entregándosela a shiza

-Por supuesto, además que organicé un traje a medida para el recluta, es difícil encontrar algo de su talla-

Sonrió ampliamente satisfecho con su respuesta y le indico a rohan que se retirara- espera shiza, tu aún no, tengo un trabajo especial para ti.-

Tras pasar el transcurso  del día, shiza llegó con una parte del pedido para el pelirrojo, consiguiendo un vestido a medida y un par de pelucas, sólo hacía falta conseguir otro vestido encargado por el dictador. Pero para que las necesitaba? entre todos sus pedidos este era el más extraño definitivamente. 

-Mi lord, tengo lo que me encargó- entró el anciano discretamente dejando las cajas sobre su escritorio, allí se encontraban el coronel y el par de jóvenes que especialmente siempre estaban con el dictador pese a tener cargos tan bajos 

-Ah~ maravilloso trabajo shiza- Mencionó el dictador dejando sentado al joven rubio y corrió emocionado a abrir la caja sacando el vestido para medirselo en el espejo- es tu mejor trabajo hasta ahora, estoy completamente complacido- 

-Disculpe mi atrevimiento mi lord...pero para que los necesita?-preguntó tímidamente viendo que posible y aparentemente era el unico que no tenía idea de lo que sucedía por la cabeza del dictador en este preciso momento.

-Veo que no eres tan inteligente como suponen, anciano- interrumpió el coronel con una risa burlona y una mirada engreída en su rostro, que le resultaba ciertamente irritante para el más mayor de la tropa- Mi lord kakyoin no asistirá formalmente a la fiesta, sino que le hará una pequeña prueba al recluta estrella- 

-No comprendo muy bien... -miró a los jovenes presentes ahí pero ninguno de ellos entendía la situación 

-bueno...aparentemente Dio no es muy bueno explicando- comentó el pelirrojo tras unas cortinas abriendolas de par en par saliendo con el vestido puesto y luego se dirigió a la segunda caja con una peluca ondulada y larga del mismo color de su cabello y se la puso mirándose al espejo- esta noche no seré el dictador noriaki... más bien...seré la misteriosa dama del coronel -sonrió maliciosamente acercandose nuevamente a shiza posicionando su mano enguantada en el pecho del contrario, quien de forma ruidosa tragó saliva ciertamente nervioso ante las acciones del joven dictador. -viendo que ya lo comprendiste...quiero que me consigas un vestido para haruno también -empujó al rubio a los brazos del mayor y se sentó frente a un espejo para continuar arreglándose y lucir como una mujer, cierto que sus rasgos tan limpios y su cuerpo tan bien delineado le hacían un gran favor para su pequeño juego. 

Tras caer la noche se prepararon, todo lo acordado a como lo estaba planeando, pudo reconocer de inmediato al dichoso Kujo Jotaro, que al verlo de lejos encajaba completamente a la perfección a lo  que todo el mundo hablaba de él, obviamente el dictador, estaba hambriento de curiosidad por tomar algo que todos añoraban, sólo debía ver que tan bueno era, qué tan rapido caería en su juego de seducción?. 

Presente...

Jotaro Kujo... tan frivolo y lleno de odio.., no es para nada comparado a lo que esperaba ver esta noche, es como si sintiera ese mismo "click" que cuando conocí a Dio, su espíritu tan fuerte y hambriento de venganza, no esperaría menos para convertirlo en mi perro fiel, conozco tus ojos, esos mismos me miraron miles de veces buscando derrumbar mi trono...por supuesto estaré complacido de ser yo quien te derrumbe a ti 

-Estaré encantado de ser su perro fiel, mi lord- comentó de rodillas el azabache retirando con delicadeza el guante del pelirrojo besando su mano mientras le miraba fijamente con una sonrisa ladina-



Love or War [JOTAKAK]Where stories live. Discover now