Me permito decir estoy eufórica, yo te dije que hace unos días me iba para urgencias, pero terminé en la sala de procedimientos con el caos mas genial, hice de todo, a pesar del cansancio que ahora traigo, no me arrepiento de nada. Fue difícil no pensarte, por mas que no quiera y que fuerce mi mente, en cada rincón del hospital tuve que hacer acto de memoria, no lloro, pero es inevitable no sentirme vacía, el comentario "que bonita te ves" o "debes dormir cielo" o esa llamada a cualquier hora cuando tenia el espacio para hablar y contártelo todo. Y hoy intente contarle a mi mama aquellas historias que te contaba a ti y termino por no querer escucharme, tu dijiste que seria un insulto ser amigos, y que vaina que quiera de regreso por lo menos al confidente de los posturnos, quizás en vez de escribirte, te estaría llamando eufórica, contándote tantas cosas, diciéndote como siempre que te amo y que me haces falta, que quiero verte, sabes, extraño abrazarte, extraño la calidez de tu cuerpo. Hoy cuando venia de regreso, pase por el centro ambulatorio, se me vino a la cabeza aquel bello, perfecto y hermoso día que nos conocimos, ese primer abrazo, recuerdo que no había abrazado con tanta emoción a alguien, y lo especial que me sentí, no te imaginas las ganas que tengo de retroceder un ratito el reloj y evocar todo lo que vivimos solo un momento. Quizás solo ese deseo se siga manifestando en sueños, donde he conseguido verte de a raticos, aferrándome a un recuerdo. Quizás cuando puse ese estado en WhatsApp pensé en lo mal que me sentía, sabes que te llevaste a una Laura que nació en esta relación, la Laura cursi, la Laura que daba mil vidas por un sueño, la Laura risueña, la que olvidaba sus problemas, la que soñaba con un felices dos meses y cosas de ese estilo, y sabes no te guardo ningún rencor, te sigo guardando entre pecho y espalda una esperanza pequeñita de que por lo menos nos tratemos como colegas, pero tal parece que ni a eso aspiro ya. Sin rencores como dijiste ayer, pero joder con la memoria intacta, muy intacta.
Ayer el técnico de radiología me trato tan bien, tuvimos un borracho poco colaborador y sin embargo me explico todo de las placas, pude ver una osteoartrosis, a pesar que sé que es un diagnostico no muy alentador, fue genial verlo por primera vez, o asistir una sutura con psicología de preguntas a la paciente para distraerla, me moví como un caucho a pesar que se me extravasó una venita y bueno, aprendí. ¿Y sabes que fue lo mas genial? Ver como acomodaban una luxación de hombro, y se que en este punto tú me corregirías porque creo que se llama de otra manera, le pusieron un tris de midazolam porque el hombre casi que no se deja, fue algo de otro mundo. Y después de todas esas cosas, Sali de ahí, y no pude dejar de pensarte, porque cuando iba rememorando cada borracho, cada salida, cada liquido montado y la cara de mis pacientes en este turno, me imaginaba contándote todo, me acabo de acordar que el paciente de la luxación curiosamente se llamaba igual que tu, cuando llene las fichas de ingreso fue inevitable no pensarte, y ahora con tanto me va a tocar imaginarte. En un rato me voy a curso, saber que siempre que vea algo va ser inevitable no acordarme de alguna cosa que hayamos hablado. Y aunque sé que en otras circunstancias tu comentario casual seria un "intenta dormir un poco" cabeceando tres veces en esta silla te haría caso, pero bien que me conoces y sabes que la niña es tan terca, tan valiente que se tendrá de pie hasta el final del diplomado. Y perdóname porque de tres cartas que he escrito en estos días, esta te la enviare, no sé qué pase a partir de lo que aquí esta plasmado, es mi corazón mismo el que habla, y he dejado que las teclas se muevan al ritmo acompasado de sus latidos.
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cartas que no llegaron a su destinatario
De Todoestas son las cartas que nunca llegan a ningun sitio, que he coleccionado a medida que me van rompiendo el corazon y se oscurece la vida