Hasta el último hombre en pie

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~La crueldad de las palabras hacen más daño que los propios golpes~

POV ALEC

¿Que como me sentía en éste momento?

Humillado.

Humillado y como un bueno para nada. Deje que se la llevaran por miedo a que le dispararan a los demás. No podía dejar que le hicieran daño a ella, debía mantener la compostura y aguantar las burlas de ese malnacido. Debería idear un plan para recuperarla pero... ¿Por donde empezar?

Cada segundo que pasaba ella se encontraba más lejos de mí, una y otra vez me repetía que debía arrancar la furgoneta eh ir detrás pero es un riesgo a perderla para siempre.

Luego de que se montara en el coche y se largaran estuve haciendo cálculos ¿A dónde podría haberla llevado? Estamos en un desierto, no hay nada a kilómetros, sólo arena y soledad.

Mi cabeza daba vueltas y digamos que la breve subida de temperatura no ayudaba para nada. Iván sentado en el lado de copiloto justo donde hace una hora estaba Marina me mira mientras recarga su arma.

—Hiciste lo correcto hermano, sabías que podrían hacerle daño. Debemos ir por ella, es muy importante recuperarla.

—No es tan sencillo; estamos a mitad de la nada ¿A donde podrían haberla llevado?

—Mmm buena pregunta..–. Dice Iván tomándose la barbilla con una sonrisa burlona—. Sería difícil averiguar a donde la llevaron... Claro si no tienes con que rastrearla.

Saca de su bolsillo un aparato localizador que sólo podemos usar en caso de emergencia y está muy protegido por los del alto mando.

—¿Qué haces con eso?

—Digamos que tomé prestado un juguetito–. Pasa sus dedos por la pantalla y éste se activa ubicando un punto a poco más de cinco kilómetros de distancia—. Cuando llevamos a la princesa a enfermería por la herida de bala tuve la oportunidad de implantarle un micro chip con GPS satelital.

Sonríe para si mismo y se reajusta el arma en la cadera. Volteo para mirar a los demás, éstos sólo asienten y me dan luz verde para avanzar.

—Solo espero que esa cosa no se equivoque.

—No lo hará, lo eh utilizado muchas veces–. Dice Iván con perversión.

—No quiero saber en qué–. Raquel le dice mientras toma la ametralladora–. Recuperemos a mi mejor amiga.

—Debemos planear como haremos eso.

—Dejenmelo a mí, tengo un plan–. Dice Iván encendiendo un cigarrillo y llevándoselo a la boca.

Confío plenamente en mi escuadrón, debemos saber a qué nos enfrentamos. Iván lleva muchos años con nuestro pelotón, si no lo conociera bien diría que su plan suena a suicidio.

En otro momento le hubiera dicho que no pero ésto es una decisión de vida o muerte, debemos rescatar a Marina.

Enciendo el auto; miro de reojo a Raquel y a los demás para así ver a mi segundo al mando.

–Guiame.

***

Conducir y conversar al mismo tiempo es algo que me irrita completamente, algo que no entienden mis compañeros.

Llevamos una hora conduciendo tratando de seguirle los pasos a Josh quien se llevó a Marina tan solo unas horas atrás. Él es muy peligroso y usarla como venganza lo hace aún más.

Girando mi cabeza de lado a lado para ver si podía ver algo sólo me ponía más ansioso. No veo señales de nada, ni una casa.

Sólo contaba con que Josh no le esté haciendo nada a Marina.

—Iván dame un informe.

—Señor estamos a unos ochenta metros del objetivo.

Algo dentro de mí me avisó a que detuviera el coche y apagara el motor.

Ya todos con arma en mano estuvimos revisando los alrededores.

Afirmativamente a unos ochenta metros se ocultaba detrás de un montículo de arena una casa empresarial. Con vidrios templados y con más de veinte guardias respaldandola.

Cada uno estuvo de acuerdo en hacer una emboscada silenciosa; con mi equipo y los soldados entrenados no sería más que un ejercicio de práctica.

Sólo que ésto no era una práctica.

Sus vidas corren peligro y debo estar muy alerta por si algo llegara a pasar.

—Raquel tú te quedarás aquí con Melanie mientras los demás vienen conmigo–. Tomo un segundo antes de resoplar–. Iván irá por el lado norte del edificio y se infiltrara por el balcón, debe eliminar a todos los guardias que respaldan esa zona.

Éste asiente y mira de reojo a Raquel guiñándole un ojo.

—Tranquila bella dama estaré bien, es pan comido para un tipo rudo como yo.

Raquel lo mira y pone los ojos en blanco antes de hablar. «¿Y estos que?».

—Si no mantienes tu cabeza en lo que realmente importa ten por seguro de que no será pan comido–. Dice ésta y le quita la sonrisa de idiota al rostro de Iván.

—Es mejor que dejen sus problemas sentimentales y se concentren en el trabajo.

—Oh querido amigo no eres quien para decir «problemas emocionales»–. Cierra en comilla con los dedos la última frase y todos se echan a reír.

Juro que mataré a Iván un día de éstos.

—Como sea, debemos avanzar antes de que anochezca.

Iván se lleva al hombro su equipo para escalar y un silenciador. Raquel mirándolo le saca el dedo medio mientras éste rie antes de ir directamente a la casa sin ser visto.

Tomo mi Beretta con un silenciador y otros implementos que me ayudarán en ésta misión. Antes de ir por el mismo camino que tomó Iván alguien me retiene del brazo.

–Promete que la traerás de vuelta–. Raquel dice con voz débil que sonó más a susurro que petición.

–No es necesario prometer algo que tengo pensado hacer teniente. Ten por seguro que volverá–. Ella asiente y sigo mi camino en fila derecha con los soldados.

–Y Alec...?–. Giro de nuevo para verla ahí parada con los ojos llorosos—. Ella te quiere.

Lo último que dice hace que mi corazón de un vuelco y se me contraiga. Debo hacer que vuelva, debo protegerla.

Asiento y ésta vez le doy una sonrisa para dejarla más calmada.

Con decisión me dirijo a mi objetivo «ella volverá, lo hará»

—¿Listos soldados?–. Me dirijo a los chicos.

—Si señor–. Dicen al unísono.

Con ésto nos abarcamos a una misión de la cual ninguno podría salir con vida.

Incluyéndome.

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No tengo nada que decir.

Sólo...

Muerte :)

Besos xd

Mi Vida Entre Mentiras ® [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora