Belleza Etérea *Yoonmin*

16. Soltar

—Estoy tan cansado—SeokJin estiró los brazos sobre su cabeza e hizo tronar su cuello para después suspirar con alivio—. Sentí que pasaron como quince horas.

YoonGi asintió de acuerdo, esa clase había sido demasiado larga, pero ahora sabía más cosas. Al parecer la escuela limitaba, demasiado, la información sobre las hadas. 

Ahora sabía que las hadas eran criaturas mucho más poderosas de lo que solía pensar. Parte de sus nuevos conocimientos le ayudaron a tener en claro que sus sentimientos ahora podían ser percibidos por JiMin por eso trataba de mantenerse más tranquilo, no quería molestará a su pareja. 

Chanmin había sido muy claro respecto a eso, lo había explicado con lujo de detalles. Desde su apareamiento (que resultó no deberse al beso como pensó en primer momento) las hadas podían sentir todo lo que su pareja sentía, emociones, sensaciones y con el tiempo podrían comunicarse con la mente. Así que debía tener cuidado ya que las hadas también eran muy sensibles, una razón más por la que solían aparearse entre su misma raza. 

Ahora estaba un poco temeroso de enfrentar a JiMin, con mayor razón al saber que era el hijo menor del rey. Tenía más claro que había actuado muy mal desde el principio, que no era del todo su culpa, pero no había reaccionado muy bien.

—Estuvimos ahí como unas doce horas—hablo.

YoonGi y SeokJin abrieron en grande sus ojos.

—¡¿Qué estás diciendo?!—gritó espantado el peli rosa,  revisó rápidamente su teléfono celular—. Aquí dice que sólo estuvimos ahí dos horas—acercó la pantalla de su teléfono al rostro de su pareja.

—Él tiene razón—Chanmin apareció a su lado.

—¡Deja de hacer eso!—YoonGi no podía seguir aguantando esas apariciones sorpresa. 

Chanmin soltó una pequeña risa melodiosa. —Lo siento—se disculpó pero no pareció ser muy serio—, realmente estuvimos muchas horas ahí, ustedes no lo sintieron porque el aula estaba encantada para que el tiempo corriera más lento—se encogió de hombros—. Seungho creyó que sería más apropiado de esta forma, ya saben debíamos ver muchas… 

—¿YoonGi? 

Chanmin levantó una ceja curioso al ser interrumpido, miró a la chica que había llegado junto a YoonGi. Bajita de cabello rubio y ojos púrpura brillando con alegría. Era una sirena muy bonita. 

—Ning, ¿necesitas algo?—levantó una ceja pelirroja, YoonGi espero paciente la respuesta.

—Me preguntaba si te gustaría salir… 

—¿Por qué demonios no me dijeron nada? 

La rubia se vio interrumpida por la aparición sorpresa de JungKook. El chico apareció en medio del pasillo usando un pantalón de pijama (eran las dos de la tarde de un lunes y se suponía que debía estar en clase), una playera blanca varias tallas más grande, su cabello estaba mucho más largo que la última vez que YoonGi lo había visto. 

La pijama y la coleta de JungKook no llamaban tanto la atención como sus ojos los cuales brillaban, más de lo normal, y veían con molestia a SeokJin y Namjoon. 

—No sé a qué te refieres Kookie—SeokJin se hacía una idea de lo que su pareja decía, pero no era tonto, él no iba a ser el receptor de la furia de su linda hada. 

—¡YoonGi y JiMin se aparearon!—gritó como si aquello fuera lo más horrible que podía pasarle al mundo. 

YoonGi miró alrededor del pasillo pero nadie parecía ponerles atención, relajando su postura miró a JungKook con una ceja en alto.