—¡Esto es inaceptable!.
Todos en aquel gran salon temblaron debido al tono oscuro que habia tomado la voz de aquel gran hombre.
—¡Se me prometió que mi hijo estaría seguro!
—Majestad…—la voz temblorosa del director de la Academia se fue apagando ante la mirada fría en aquellos ojos morados—, lamentó lo que paso, pero debe entender que…
—¿Entender?—Hoyoung levantó una ceja oscura—. ¡Mi hijo pudo morir!—su mano derecha se estrelló con fuerza sobre la superficie de la mesa. Todas las personas reunidas en aquel salón lo miraron, pero nadie dijo nada.
—Fue una pelea que se salió de control—la voz relajada lleno el silencio de la habitación.
Hoyoung miró directo al hombre que había hablado. Cabello oscuro bien pienado, piel ligeramente bronceada, los ojos castaños lo miraban con un brillo cauteloso. El rostro de aquella persona se mantuvo impasible.
—Acepto que mi hijo actuó mal, pero no debe recibir un castigo—movió una de sus manos con ligereza, un gesto que buscaba aliviar el pesado ambiente—. Hoseok no sabía que lastimaria al chico cuando le lanzó ese hechizo.
Hoyoung hizo amago de levantarse de su silla, pero una mano sostuvo su antebrazo con firmeza, deteniendo así su acción. Mirando en dirección de la mano, su mirada se dirigió al dueño de aquella extremidad, sus ojos se encontraron con los celestes de su hermano. MinJun negó ligeramente con la cabeza y a continuación se colocó en pie.
—Creo que hay algo que no comprende, lider Daehan—miró al padre de Hoseok—. Mi hijo y el de mi hermano, son las últimas hadas que nacieron, son las últimas hadas que habrá—comenzó a caminar, pasos cortos y pasados, en dirección del hechicero—, y creo que todos son más que conscientes del hecho que nuestra raza está cercana a desaparecer.
Nadie dijo nada, no sabían como responder ante el hombre. El rey MinJun podía no parecer intimidante, no con esos rasgos suaves y mirada amable, pero su voz era firme y decidida. El rey estaba molesto, pero a diferencia de Hoyoung, trataba de mantener ese enfado oculto.
—Desde la época oscura las hadas han sido cazadas, mi raza fue masacrada y nadie hizo nada para evitarlo. Todos corrieron a esconderse y fue a nuestra costa que varias especies mágicas siguen con vida—MinJun enfocó su mirada en Daehan—. Las hadas no somos ni una décima parte de lo que solíamos ser, mi pueblo se basa sólo en unos cientos de miembros, esas son todas las hadas que habrá y ahora, uno de ellos casi muere.
—Pero no fue así, mi hijo no…
Las palabras de Daehan cesaron cuando MinJun levantó ligeramente una de sus manos.
—Tu hijo casi mata al hada más joven que existe—sus manos se apretaron en puños, sus cejas se fruncieron, las comisuras de sus labios cayeron. La ira era más que clara en su expresión—. JungKook sólo tiene ciento setenta, ni siquiera es considerado mayor para las hadas, prácticamente sigue siendo un bebé.
—Con todo respeto majestad, ese chico es sólo una década más joven que yo—Daehan mostró una pequeña sonrisa—. No es un niño pequeño y no sufrió algún daño grave, está situación no tiene porque tornarse en algo mayor.
—Segun nuestras leyes, JungKook aun es un niño. Podrá ser sólo una década más joven que usted, pero es seis siglos menor que el último de sus hermanos—MinJun se alejó del hechicero regresando a su asiento junto a su hermano—. Esto no debió pasar, Hoseok no tenía razón para atacar a JungKook, no hubo provocación o agresión, y pese a eso su hijo lanzó un hechizo que pudo ser mortal.
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Belleza Etérea *Yoonmin*
ФанфикLas relaciones pueden ser complicadas sin necesidad de agregar problemas a la mezcla, entonces qué pasaría si un gran malentendido es el comienzo de una. Las criaturas mágicas son diversas y no todas tienen conocimiento de todas las especies que ha...