Tomando la mano más grande de YoonGi entre las suyas JiMin comenzó a caminar por las calles, estaba tan emocionado, incluso se puso la ropa más linda como le había dicho Taehyung. Su ropa era usualmente más ligera y de tela muy suave, en su mayoría de color blanco o tonos pastel, pero ahora usaba un pantalón muy pegado a sus piernas de color azul, y traía una camisa de botones blanca que dejaba ver parte de su pecho, su amigo lo había peinado y Jungkook le había dado unos lentes negros para que sus ojos no se lastimaran con la luz brillante de la tierra.
Mirando alrededor podía ver a las personas, algunas lo miraba muy fijamente para su gusto y otras miraban a YoonGi, eso no le gustaba nada. Sabía que no llamaban tanto la atención ya que su hermano le había enseñado a camuflar su apariencia y asemejarse más a un humano normal. Decidió ignorar a la gente y admirar el entorno, todo estaba lleno de ruido y grandes edificios que parecían llegar al cielo.
Noto que casi no había árboles ni plantas, sólo unos pocos en algunas zonas, eso le pareció raro pero explicaba porque el mundo humano olía tan raro, más como un aroma a algo viejo, como una fruta pasada que estaban comenzando a pudrirse. Era extraño.
—¿Estás emocionado?— YoonGi le sonrió.
—Si, estoy es muy divertido— respondió de forma alegre mirando todo a su alrededor.
Detrás de ellos venían Taehyung y Jungkook, él profesor encargado de su grupo, un hechicero, los hizo formar parejas, todas debían estar conformadas entre una criatura que habitaba o conociera bien la tierra y otra que nunca hubiera estado ahí. Él no lo había dudado y eligió a YoonGi, por otra parte Jungkook tenía tomado a Taehyung de la mano sólo con escuchar la palabra pareja.
El grupo se había separado y cada pareja podía ir a o de quisiera, pero en caso de meterse en problemas o necesitar ayuda podían llamar a su profesor con un amuleto que les habían dado en la escuela.
—¿Qué es eso?— detuvo sus pasos y miró al otro lado de la calle en donde habían estado caminando.
YoonGi miró en aquella dirección encontrándose con un pequeño puesto de dulces, eran dulces de dalgona, algo típico en Corea pero era raro verlos en Seúl que era la ciudad que estaban visitando. Había algunos niños intentando ganar.
—Es un puesto de dulces— explicó tirando de JiMin para comenzar a cruzar la calle —Es una especie de caramelo con diferentes figuras en él, debes repasar el contorno de la figura con una aguja y si logras separar la forma del resto del dulce puedes ganar un premio.
Ambos se pararon a unos pasos del puesto, JiMin miraba fascinado como los pequeños niños jugaban, también le pareció lindo ver a esas pequeñas personitas, después de todo en el plano de las hadas no había niños y resultaba curioso verlos, ya que el único que había visto, a demás de sí mismo cuando era joven, fue a Jungkook.
—¿Quieres intentarlo?
Miró a YoonGi quien le sonreía y señalaba el puesto con su cabeza, asintió rápidamente.
—Yo también quiero— pidió Jungkook con ilusión —Ten paga con esto.
YoonGi tomó lo que Jungkook le ofrecía, eran cerca de cien dólares, los billetes estaban arrugados y algunos eran bolas, miro al peli azul con sorpresa.
—¿No es suficiente?— preguntó preocupado el hada —No tengo más dinero humano— puchereo con pena —Tengo estos— metió la mano en el bolsillo de su pantalón y al abrirla le mostró a YoonGi su palma.
—¿De dónde has sacado eso?— miró alrededor asegurándose de que nadie notará lo que Jungkook sostenía en su mano.
—Mis hermanos me dieron dos sacos— se encogió de hombros —Dijeron que debía cambiarlo por dinero humano pero no he tenido tiempo.
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Belleza Etérea *Yoonmin*
FanficLas relaciones pueden ser complicadas sin necesidad de agregar problemas a la mezcla, entonces qué pasaría si un gran malentendido es el comienzo de una. Las criaturas mágicas son diversas y no todas tienen conocimiento de todas las especies que ha...