4. Reencuentro inesperado.

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—¡Ayúdame!— exigió de mal humor. 

Jungkook lo miró con una ceja levantada por unos segundos antes de volver su atención al armario.

—Yo te pedí que me ayudarás durante la clase de "Habilidad mágica" pero, ¿recibí esa ayuda?— Jungkook lo miro esperando una respuesta —¡No!, me quedé ahí parado sin saber que responder, ahora tu te quedarás aquí solo sin poder terminar la tarea mientras yo— se señaló con el dedo índice —Voy y hago amigos en un partido amistoso de basketball. 

—¡Ni siquiera sabes que es el basketball!— acusó a Jungkook quien sólo se encogió de hombros. 

—Tu tampoco lo sabes y aún así querías ir— se burló —Ahora, deja de llorar y termina la tarea, si te apuras podrías alcanzarme en unas horas— sugirió para calmar a JiMin —Como sea, se me hace tarde.

Comenzó a caminar hacia la puerta pero antes de salir se giró a mirar al peli morado quien estaba sentado frente a su escritorio con la cabeza recostada sobre un libro y un puchero en los labios, sí, una clara posición de derrota. 

—Estaremos  en el pequeño parque junto al lago de las sirenas— informó antes de salir de la habitación. 

—¡Aggg!— gritó una vez estuvo sólo —¿Como es que ese tonto ya terminó el ensayo y yo apenas llevo cuatro hojas?— comenzó a pasar la páginas de su libro tratando de encontrar el capítulo que hablaba sobre los hombres lobo —Maldito Jungkook, es un pésimo primo yéndose sólo a divertirse abandonandome aquí para hacer un trabajo de diez hojas— comenzó a quejarse en voz alta —Pero claro después querrá que yo hagas cosas por él pero no lo haré y se quedará sólo justo como yo estoy ahora.  Maldito traidor. 

Siguió leyendo página tras página hasta que encontró otra criatura que llamara su atención, debía apresurarse, tenía que entregar un ensayo de diez hojas sobre dos diferentes criaturas, cualquiera menos su especie.

Decidió ir por los hombres lobo porque era algo común y en el libro había mucha información, pensó que eso lo ayudaría pero eran las once, llevaba dos horas desde que había comenzado y apenas llevaba cuatro hojas. 

No fue hasta que llegó al cuarto capítulo del libro que algo realmente lo dejó fascinado, el capítulo de "Criaturas poseedoras de magia" concretamente la sección de los dragones. Las imágenes de los dragones eran increíbles, todos los diferentes tipos que habían lo dejaron con la boca abierta. Había dragones de tierra, de hielo, dragones de la naturaleza, incluso había dragones de ácido pero sin duda los que más le gustaron fueron los dragones de fuego.

Ellos tenían las escamas en una gran gama de tonos rojos, algunos tenían un especie de brillo en las escamas, como si les hubieran puesto un poco de escarcha dorada sobre ellas, eran hermosos y por lo que decía el libro los únicos dragones que lo tenían eran los que pertenecían a la familia del líder del clan Drikül

Tan fascinado como estaba por el tema dejó de prestar atención a su alrededor dejando de lado las ganas que tenía de ir a golpear a Jungkook o el de hacer amigos en el partido de basketball. 

Se suponía que debía hablar de todos los dragones en general y no de un tipo en específico pero no pudo evitar centrarse en el Clan Drikül, no fue hasta que escucho un leve chasquido a su espalda notó que ya había pasado mucho tiempo y su ensayo de diez hojas había terminado teniendo quince. 

—¿Ya terminaste? 

Levantándose del escritorio miró a su primo con las cejas levantadas. 

—Ya termine— respondió confundido —¿Qué haces aquí? Y ¿Por qué luce como si hubieras visto un fantasma? 

—Qué…— respondió el menor con una pequeña risa nerviosa —No sé de qué hablas— negó con la cabeza y comenzó a caminar hacia el baño —Tomare una ducha y cuando termine ambos podemos ir por algo de comer— informó mientras se quitaba la camisa pero se detuvo antes de cruzar la puerta del baño —Mejor aún, envía a los duendes a conseguirnos algo de comida. 

Belleza Etérea *Yoonmin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora