Belleza Etérea *Yoonmin*

24. Trofeos

Los susurros a su alrededor eran molestos, como el zumbido de un mosquito que no puedes matar. ¿Esa gente pensaba que estaba siendo discreta? Pues no lo era. 

La Academia tenía cada vez menos alumnos en sus instalaciones, ya no quedaban tantos pues estaban a tres días del inminente fin. Él ya tenía sus cosas listas y pudo haberse ido desde hace días, cualquiera pensaría que era un masoquista por quedarse y darle la oportunidad a todos de tirar mierda en contra suya. No era masoquista y tampoco un imbécil, simplemente no quería volver a casa. 

Cuán horrible debería ser preferir quedarse en la academia y ser tratado como basura a volver a su casa y tener que lidiar con su padre. 

Hoseok sabía que su padre estaba loco, el hombre hacía cosas muy cuestionables, con la gente de su aquelarre o de cualquier otro, y también con otras razas. Eso fue lo había causado todos los problemas, por culpa de su padre la academia iba a desaparecer, pero para sus compañeros era más fácil culpar lo a él.

Alguien tomó asiento a su lado en aquel sofá, suponía que era HyunJin, era su único amigo, al único que parecía seguir agradándole aún después de todo. 

—Es raro verte. 

Hoseok se puso rígido, lentamente giró el rostro en dirección de la voz para asegurarse de que no la había imaginado. 

—¿TaeHyung? —murmuró con algo de sorpresa. 

TaeHyung se recargo de forma relajada en el sofá. —Creí que serías de los primeros en abandonar el lugar.

Hoseok frunció el ceño. —¿Por qué? Porque soy el causante de esto. 

TaeHyung se burló. —Calma ese ego, el mundo no gira en torno a ti —se encogió de hombros—. Sí, tú golpeaste a Kook y el mundo enloqueció, pero desde la última vez que revise, fue tu padre quien arruinó todo con las hadas. 

Hoseok parpadeo un par de veces, probablemente TaeHyung era la primer persona que le decía eso, ni siquiera HyunJin le había dicho que eso no era su culpa, no era como que su amigo le reclamará por lo que pasó pero sabía que no estaba de su lado exactamente. 

TaeHyung tampoco estaba de su lado, pero entendía la situación. Hoseok aceptaba su culpa al haber atacado a JungKook, pero el hecho de que la academia estuviera cerrando no era expresamente su culpa, contribuyó en el problema pero no podían poner toda la responsabilidad en sus hombros, su padre fue quien enfureció a las hadas, y todos los demás representantes del Consejo no habían hecho nada para calmar las cosas o dar otra solución. 

El problema era más grande que el ataque a JungKook. Y por lo que Hoseok sabía del peli azul, seguramente ya estaba bien y pasando el gran momento de su vida con SeokJin y Namjoon. Seguramente ellos estarían preocupados como mamás gallinas sobre el hada. 

—Creo que eres el único que ha razonado eso. 

TaeHyung lo miró brevemente antes de alejar sus ojos coral. —No fui yo, fue Hyung Sik quien me dijo eso y al final comprendí que tenía razón —una sonrisa en sus labios—. Creo que cuando él me planteó la idea de que tu padre y su culo egocéntrico fueron los verdaderos causantes del desastre como que me apiadé de ti e incluso te defendí de los aterradores hermanos de Kook. 

—¿Tu hiciste qué? —se giró completamente para ver bien a TaeHyung. 

El castaño se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa. 

—Solo les dije que ya era lo suficientemente horrible tener un padre tan loco, que ellos no necesitaban venir y sacarte la mierda a golpes porque la vida te había castigado lo suficiente al tener que volver a casa con ese hombre.