Pasivo Agresivo (Tsukishima Kei)

17. Victorias

La siguiente semana había sido rara, tanto Tsukishima como Minagawa actuaron como si no hubiera pasado nada, tampoco tocaron el tema durante los entrenamientos ni en el club de voleibol. Pero todos notaban un cambio en ambos, principalmente se daban cuenta que estaban menos irritables que al inicio del año cuando se conocieron. Ahora podían mantener pequeñas conversaciones sin llegar a los gritos. Aunque nadie sabía si a aquellos se les podía considerar específicamente como amigos.

Otra cosa que comenzaron a notar era que los bloqueos y pocos remates de Tsukishima habían mejorado en gran manera. Era evidente que su fuerza y resistencia estaban aumentando y poco a poco se notaba como sus ánimos por seguir jugando también. Parecía ser que ya no solo era un club cualquiera, ya era una cuestión importante. Esto era importante pues era una pieza fundamental para las Interhigh preliminares.

—¡Tsukki buen saque! —gritó Yamaguchi desde la banca.

Iban contra la escuela preparatoria Tokonami. Había sido un primer set bastante sencillo. No tardaron mucho en iniciar el segundo set y para suerte de los cuervos, estaban en su mejor momento. El gran ataque rápido de Hinata y Kageyama, el gran y fuerte remate de la estrella Asahi, contando con el mejor líbero de la prefectura, el alma de Tanaka y claro, no podía faltar el gran, nuevo, mejorado y reforzado bloqueo de Tsukishima. En definitiva, no podían pedir más.

En la banca Suga y Yamaguchi la hacían de animadores del equipo con pequeños pasos de baile cada vez que se anotaba un nuevo punto. Aquello animaba a los que estaban en la cancha.

Por otro lado, Shimizu tenía la tarea de analizar al equipo en busca en fallas y posibles fortalezas mientras que Minagawa analizaba al equipo rival en busca de oportunidades y debilidades para atacarlas.

El partido terminó rápidamente siendo Karasuno el equipo ganador, algo que no los sorprendió pero sí disfrutaron.

—¡Eso es! —gritó Gen desde la banca.

Todos comenzaron a celebrar, a gritar y a brincar por todos lados. Estaban felices, habían mejorado bastante. Luego de despedirse del otro equipo comenzaron a dirigirse hacia las duchas en fila chocando las manos con las managers, el entrenador y el profesor Takeda. Era una especie de ritual que seguían tras finalizar los partidos.

Fue una buena noche y todos estaban felices. Para celebrar, los dos responsables del equipo organizaron una cena que el equipo disfrutó.

Cenaron entre risas y buenas charlas en las que, para sorpresa de todos, incluso Kageyama y Tsukishima se habían unido a la charla, muy a su modo.

Después de la cena se comenzaron a preparar para dormir. Al estar en Tokio se hospedaron en un hostal donde solamente consiguieron un cuarto para absolutamente todos.

Al inicio las managers se habían negado alegando que necesitaban algo de privacidad pero al no poder hacer nada, no tuvieron de otra que dormir en ese cuarto lleno de futones pegados uno al lado del otro, a los pies o cabeza de otro futon.

Como era costumbre, Gen no podía dormir durante la noche a la hora que todos ya estaban descansando. Caminando de puntillas y sin hacer ruido al abrir la puerta, caminó por el pasillo donde llegó a la puerta. Se puso sus tenis y salió respirando hondo el aire fresco de Tokio. Pocas veces había ido ahí, quizá lo podía contar con una sola mano y podía declarar que no las recordaba, menos el último viaje que había sido con los Karasuno. Tokio era bonito pero había algo que no precisamente le gustaba: mucha civilización, Gen no era fan de estar rodeada de personas pero para su suerte, las noches eran bastante tranquilas.

Comenzó a estirar un poco sus piernas y sus brazos frente al hostal, no planeaba irse lejos, no conocía bien el área y al estar en la ciudad era algo peligroso, más por las noches.