6. Un chihuahua muy rottweiler

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—Ahg. —se quejó por décima vez el chico.

—Quédate quieto. —Gen tomó el labio del chico y lo apretó con fuerza para que no se moviera.

Al no haber llegado el maestro Takeda, Daichi le pidió a Gen que le ayudará a Tsukishima para limpiar la herida. Habían ido al cuarto asignado para el club de voleibol donde se encontraba un botiquín de emergencia ya que el alto se negó a ir a la enfermería.

Comenzó a limpiar la sangre que había salido de su labio con un algodón mojado en solución salina. Había sido una herida doble, se había abierto el labio por fuera y debido al choque con los dientes también se hizo una herida por la parte interior.

—¿De donde rayos sacaste tanta fuerza? —a duras penas se le podía entender al chico hablando mientras alguien estiraba su labio inferior.

—Entreno todos los días. Hago parkour.

—¿Y tus saltos son tan malos que caes de espalda? ¡AHG! —Gen hizo presión en la herida con odio para callarlo.

—Te acabo de romper la boca, ¿y aun así dices estas estupideces?

—Lo siento.

La chica puso una crema antiséptica que encontró en el botiquín por la parte de afuera del labio y quedó unos segundos pensando en que poner por la parte de adentro.

—Creo que deberíamos ir por un hielo.

—Ve tú. Es tu culpa.

La chica rodó los ojos pero no se opuso ante eso pues tenía razón, había sido su culpa. Corrió atravesando el gimnasio sin prestar atención a las preguntas de sus compañeros, corrió atravesando media escuela hasta que llegó a la cafetería, tardó bastantes minutos en que pudiera conseguir tres miseros hielos y luego corrió a toda velocidad para evitar que se deshicieran antes de que llegara a la sala del club.

—Llegue. —comentó alterada intentando calmarse.

—Tardaste, lenta.

Gen frunció el ceño y rápidamente se acercó para estirar el labio del herido. Era divertido, lo tenía bajo su control.

—AHG

—Eso te pasa por estúpido.

Puso uno de los hielos por encima de la herida interna frotándolo a tiempos para que no le quemara la piel por el frío. Cuando el hielo comenzó a derretirse lo tiró lejos.

—Eso ayudará a bajar la herida pero aun así te dolerá por varios días. Quizá debas hacer gárgaras con agua con bicarbonato, te va a doler un poco pero sana más rápido.

—Mucha experiencia, ¿eh? ¿Te rompiste la boca muchas veces? —bromeó el chico pero esta vez Gen sí dejó salir una carcajada por la forma tan extraña de hablar de Tsukishima ya que intentaba que su labio no tocara sus dientes.

—He tenido demasiados accidentes. Mi hermano es enfermero e incontables veces él me ha tenido que curar heridas. Una aprende viendo.

—No me sorprende que de tantos accidentes hayas quedado así de fea.

—¿Quieres un ojo morado? —amenazó la chica.

Tsukishima negó de forma divertida. Él consideraba que ella parecía un chihuahua, pero un chihuahua con la fuerza de un rottweiler.

—Bien —la chica se levantó del suelo comenzando a recoger lo que había utilizando —, adiós.

—Espera —la detuvo cuando ella estuvo a punto de salir del club, se levantó lento pues se había mareado un poco —, lamento lo que dije. Es que simplemente provocas que lo diga.

Pasivo Agresivo (Tsukishima Kei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora