DIBÚJAME [©JJK/MYG-Libro I]✓

Capítulo 10

Narra Jungkook.

La luz de la luna que entraba por el ventanal me mostraba el rostro de Yi-hyun: su estatura de tamaño, para mí era de suma ternura. Sus ojos estaban brillosos y lo eran más de notar, me di cuenta de que en sus pestañas estaban lagrimosos, lo más seguro es debido al llanto.

Con mi dedo índice señalé mi escritorio, en el área en la cual estaba el contrato. A decir verdad, no me llegué a imaginar que vendría el mismo día, por mi pensé cruzó el pensamiento de que pasarían un par de días y vendría por la desesperación de no obtener una solución "decente" ante la situación o, tal vez sí. Al notar como se inclinó tomando el bolígrafo de tinta negra que posaba a un lado de las hojas blancas, cerrando sus ojos con fuerzas soltando un suspiro, apretando el bolígrafo, cautivado estaba, observando cada movimiento de sus manos.

Hasta que abrió sus ojos, firmando el contrato.

Una sonrisa de satisfacción se formó en mis labios ante su decisión.

—Excelente, muñeca —la felicité —has tomado la mejor decisión de tu vida.

Tome el documento en mis manos, viendo su firma en la parte superior derecha su nombre, junto con su firma. Del mismo modo, tomé el sello estando de acuerdo con el contrato firmado. Guarde el documento sobre mi escritorio entregando una segunda copia.

—Tiene el mismo contenido, es una copia, solo debes firmarlo —dije.

—¿Una copia?

—Me quedo con el original bajo mi sello, el segundo es una copia tuya— me acerque a ella susurrando en su oído.

Firmó sin pensarlo como hace unos minutos. Le entregue un portafolio en donde podría guardarlo, al tomarlo en sus manos, miré su expresión; tristeza.

—Señor Jeon — mire sus ojos llenos de lágrimas.

Al verla de ese modo, una sensación extraña me invadió. Tomé su rostro en la parte de la barbilla donde alcé su rostro notando sus lágrimas salir navegar por sus mejillas.

—¿Qué ocurre, princesa? —me di cuenta de que quería hablar, pero en su interior se negaba a decirme.

—Nada, señor Jeon— limpio sus lágrimas —sólo que usted tiene razón, si deseo salvar la capital y el honor de mi familia, —me miró directamente a los ojos —usted me ha dado la mejor solución.

Narra Yi-hyun

Mis sentidos no estaban en su lugar. Sin embargo, ante la situación en la que me encontraba no tenía otra alternativa, no tenía otra solución a mis problemas. Por más que buscara una solución, no la encontraba, pero, por otro lado, en mí nacía cierta curiosidad en saber todo aquello que venía en estas páginas y sé que todas aquellas preguntas tendrán su respuesta cuando lo sea, cuando lo haga. Y, en estos momentos quería ayudar a mi padre.

—¿Segura, princesa? —se atrevió a preguntar una vez más. Simplemente agache mi cabeza negando a mi respuesta.

En ese mismo instante sentí como mi celular empezó a vibrar en mi bolso, sacando el celular viendo el nombre de Jimin sobre la pantalla.

—¿Quién es Jimin, princesa?

—Un amigo de la universidad—susurre al ver que dejo de llamar.

—Yi-hyun —al llamarme, note como una de sus manos se posó sobre mi cintura—, te recuerdo que no debes...— sus palabras se callaron cuando mi celular sonó una vez más, pero esta vez no era Jimin, sino SeokJin.

—Lo siento, es mi hermano, debo de responder —dije, viéndolo directamente a los ojos, deslizando mi dedo. —Jin.

—Yi-hyun ¿Dónde estás?, Park me ha dicho que te esta marcando y no le respondes la llamada, te has ido sin decir nada.