Dos meses después.
Sus besos fueron de mis labios hasta llegar a mi rostro, no pude evitar reír cuando beso una de mis mejillas. Sin embargo, lo que más llamo mi atención fue notar que él mismo me sonrió. Hasta el momento no lo había visto sonreír, había sido... Llamativo.
Pero aquella alegría termino cuando dio un diminuto beso en mis labios.
—Debo irme. —dijo, al ponerse de pie, tomando el saco que reposaba a un lado de la cama.
—De acuerdo.
—No quisiera irme, pero debo ayudar a tu padre con la organización del mando de Jin. —me observo —Yi-hyun, ¿Tienes alguna pregunta por hacerme? Te he notado callada últimamente.
—No señor, solo se que mi madre está organizando la fiesta de celebración.
—¿Estas contenta?
—¿Por qué la pregunta?
—No lo sé, tú dime.
Suspiré, no podía seguir ocultando lo que pensaba al respecto.
—Me he dedicado a estudiar y trabajar para la empresa desde que ingresé a la universidad. Decidí estudiar dicha carrera para que mi padre me diera la confianza, desde entonces he hecho todo lo que me ha dicho —sentia el nudo en mi estómago —. Ahora, él pondrá a Jin como el CEO, ¿De verdad? Todo lo que me he esforzando para qué.
El señor se acercó nuevamente a mí, sentándose sobre mi cama quedando a mi lado, acaricio mi mejilla en forma de consolación.
—Princesa, ¿Cuándo has visto que una mujer sea presidenta de una importante corporación? —¿Qué había dicho?, ¿Lo habían escuchado bien? —Ese, es la labor de un hombre, a quien le corresponde es a Kim SeokJin, tu hermano. Tal vez tengas que ser ama y esposa. Será un excelente trabajo para ti.
No pude responder.
—Como futuro socio me gustaría saber todos los movimientos de la empresa —volvio a besar mis labios —, además, debes seguir el tratamiento de la recuperación.
Sin decirme más, salió de mi habitación.
Apreté los puños por las palabras que me había dicho, cerré los ojos y suspiré la frustración que sentía. Las semanas seguían pasando y en la recuperación que llevaba me sentí mejor que las primeras semanas.
Sin embargo, recordé que Jennifer era la dueña de su casa de modas, ¿Cómo se atrevió a decirme aquellas palabras?
Me levanté de mi casa, caminé hasta mi mesa de centro de la habitación tomando en mis manos la jarra de agua y el vaso el cual llené para así tomar mi medicamento. En ese mismo instante la puerta de mi habitación se abrió dejándome ver a mamá.
—!Hija!, ¿Cómo te sientes?
—Bien.
—Perdona si no subí antes, vino Jungkook de visita.
—Que bien.
El señor Jeon cada vez que venía de visita, se tomaba el atrevimiento de escabullir para verme y entrar a mi habitación. Se había hecho costumbre los últimos meses.
Entonces, fue como a mi memoria llegó aquel recuerdo de hace unos días: mi cuerpo cayo rendido, mire como se puso de pie. Su espalda tenía rasguños debido al esfuerzo que había hecho, puede ser que estuviera bien, pero me seguía doliendo algunas heridas, él señor fue quien procuró no lastimarme.
Camino hasta el baño, mire su trasero (incluso lo tenia bastante bien), sentía ojos pesados, el cuerpo sudado.
Había entrenado a mi habitación a las dos de la mañana. Evitando la seguridad de mi hogar, la vista de mis padres y hermanos.
ESTÁS LEYENDO
DIBÚJAME [©JJK/MYG-Libro I]✓
أدب الهواةPrimer libro. Jeon Jungkook, un famoso pintor de 23 años siendo uno de los artistas más reconocidos, también por ser uno de los solteros codiciosos del país. Ninguna mujer ha tocado su corazón, que en sus más profundos pensamientos guarda un secre...