El término de la semana llegó más rápido de lo que imaginé, fin de semana llegó. Cansada y agotada de una agitada semana bastante interesante, salí de la ducha con mi ropa interior ya colocada. No quería, más bien necesitaba relajarme después de lo que sucedió el día de ayer con él señor Jeon.
Deslicé la bata de baño para así aplicar cremas por todo mi cuerpo, finalice al colocarme un ligero vestido, dejare que mi cabello se secara por si solo. Dispuesta a no hacer algo. me recosté sobre mi cama con una toalla más en la cual repose mi cabeza. Mi cabeza no dejaba de pensar y de imaginar, me sentía avergonzada.
Cuando nos separamos del beso, nuestros ojos se cruzaron de nuevo. Sensaciones nuevas era lo que estaba sintiendo, en mi intimidad sentía lo mojada que estaba, aquel orgasmo que sentí fue una de las mejores sensaciones que sentí y, sin dudar volvería a experimentar. En ese mismo instante noté como el señor Jeon se alejo de mi lado.
Se inclinó tomando mi falda, la cual deslizó por mis piernas, abotonando y subiendo el cierre. Del mismo modo mí camisa fue fajeada, me miraba detalladamente mientras acomodaba mi cabello.
—Mi chófer te llevará, espera mi llamada, Yi-hyun.
Salí de su departamento sin dirigirle la palabra, mucho menos la mirada.
Al llegar a casa sentí las necesidades de ir al baño, después me tomé una ducha con agua fría: me sentía sucia , pegajosa.
Aunque, admitía que no me había arrepiento de lo que sucedió.
Lleve mi mano a mi rostro, ¿Qué pensaría mi madre de mí? No quiero ni imaginarlo, pero, ¿Mi padre?
Que mierda pasaba por mi cabeza al tener aquellos pensamientos. Sin embargo, el trace que tuve desvaneció, la puerta de mi habitación se abrió sin autorización mía dejando ver la presencia de mi hermana mayor.
Vestía un vestido blanco con un cinturón negro con el detalle de una rosa blanca, aquellas medias negras le hacían ver bien, al igual que los guantes negros.
Al verme, cruzó sus brazos.
—No me digas que ese vestido es el que usarás está noche.
Negué moviendo mi cabeza.
—¿Por qué todavía no estás lista? —me miro con un fastidio—tenemos exactamente una hora para llegar a la ceremonia de SeokJin.
—Ya lo sé, la situación es que no sé qué ponerme— me justifique.
Se adentro más en mi habitación sin preguntarme.
Jennifer ya estaba lista, para ella el gusto por vestirse no es ningún problema, su gusto por la moda es el mejor, muchas veces me ha ayudado en escoger mi ropa al salir o incluso cuando veo a Jimin.
He sido su conejillo de indias en su carrera como diseñadora.
Abrió mi clóset, entrando en aquella habitación iluminando el gran clóset lleno de ropa de marca, me puse de pie, quedando en la puerta de la entrada viendo como movía cada uno de mis vestidos colgados en el tubo, jalo uno por uno arrojando los al suelo.
—No seas brusca.
—Da lo mismo, la servidumbre vendrá a recogerla. Para eso se les paga.
—Si, pero que pensamiento tan clasista de egocéntrica tienes.
Recoge el monto de ropa poniéndolo en su respectivo lugar. Pasaron unos segundos, escuché la risa de mi hermana. De la esquina saco un vestido negro, dicho vestido que visualice mejor. Me sorprendo.
¿Cómo es que no me acordaba?
—Si no te lo pones tú, me lo pongo yo, asi que alísta te, porque vengo por ti en una media hora.
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DIBÚJAME [©JJK/MYG-Libro I]✓
FanficPrimer libro. Jeon Jungkook, un famoso pintor de 23 años siendo uno de los artistas más reconocidos, también por ser uno de los solteros codiciosos del país. Ninguna mujer ha tocado su corazón, que en sus más profundos pensamientos guarda un secre...