Narra Yoongi.
Mi pide no deja de pisar el acelerador mientras con una mano sostengo el volante, manejaba a toda velocidad yendo hacia el hogar de Yi-hyun, meto la segunda velocidad llegando en menos de cinco minutos a la mansión de la familia. Al apagar el motor colocó la manija del freno, se podía ver algunas patrullas, guardó el arma en mis pantalones en la parte de atrás, del mismo modo guardo mi placa del FBI.
Al entrar a la propiedad de los Kim, puedo ver como se encuentra uno de mis compañeros, quien al verme mantiene la distancia y la discreción necesaria, busco con la mirada aquella cabellera y ojos que invade mis pensamientos desde ya hace unos meses, al encontrarla veo que se encuentra en la sala principal, sentada en aquel sofá color crema, con un vaso de agua en sus manos, mientras una de sus hermanas la arropa, tratando de tranquilizarla. Mis piernas se mueven en su dirección.
—Pequeña —la llamó con aquel apodo de cariño, me acerco, cortando la distancia entre los dos, sentándome a su lado, tocando una de sus manos. —. Estaba por la zona, decidí venir a visitarte y encontré a los oficiales afuera, ¿Qué paso?
—No lo sé —veía sus ojos llenos de lágrimas.
—Alguien arrojó piedras hacia su ventana, una pata de conejo llena de sangre había entre ellas y una nota con la descripción de "Tu sigues". Lo peor es que las cámaras de seguridad dejaron de funcionar.
—Yi-hyun.
Los padres de Yi-hyun llegaron corriendo hasta donde estaba la más menor de los Kim. Me puse de pie dándoles el espacio adecuado, los oficiales siguieron interrogando y dando la descripción de los daños. En pocos minutos llegó SeokJin, acercándose a sus hermanas dando el apoyo que fuese necesario, me hice aun lado. Desde la posición en la que me encontraba, pude ver a Minji que servía bebidas a los oficiales, di una reverencia para así irme a la cocina con la excusa de que podía darles algo de beber.
Al ingresar detrás de mi venia mi compañera, sabía lo que había pasado, ella misma nos dio la información de la acción que haría de la coartada para comprobar algunas suposiciones, además de que la red de las cámaras de seguridad nuestro personal lo había desactivado desde un programa. Al tenerla cerca y a solas, la tome de su brazo, ejerciendo fuerza viéndola directamente a los ojos.
—¿En qué demonios estabas pensando? —gruñí —pudiste haberla lastimado lanzando esas tontas piedras. —forcejo— ¡¿Qué no tienes cerebro?!
—¡Me estas lastimando, Min! — se soltó de mi agarre—. Se cual es mi trabajo y lo que tu has hecho mal fue enamorarte de esa estúpida niña, es apenas una cría de 20 años que solo es una muñeca de porcelana. Recuerda cuál es el verdadero objetivo de todo.
Hundir a Jungkook y hacerle justicia a Eun-Ji, sí, lo sé.
Unos pasos se hicieron presentes, tomé una bandeja que tenía ya vasos servidos llenos de agua, salí de la cocina junto con Minji. Como mi compañera lo había predicho, la su poción no fue incorrecta; quien intentara atacar contra la vida de Kim Yi-hyun, Jeon Jungkook sería el primero en tomar cartas en el asunto, al ver como llego, sus hombres empezaron a rodear los terrenos de la mansión. Nuestros ojos se cruzaron, me sonrió, tomó la mano de Yi-hyun, acercándo-la a sus brazos.
Las horas siguieron pasando, al dar el reporte los agentes empezaron a salir. Por mi parte me encontraba sobre el jardín, teniendo el cigarro en mis labios, soplando el humo a menta mientras me saboreaba mis labios. Sin embargo, el aroma a loción cara, junto con el tabaco puro, se hizo presente a mi lado.
—Qué necesidad la tuya, Yoongi. En meter tus narices en donde no son asuntos tuyos. —calo el humo.
—¿Debería decir lo mimos? —reí.
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DIBÚJAME [©JJK/MYG-Libro I]✓
FanficPrimer libro. Jeon Jungkook, un famoso pintor de 23 años siendo uno de los artistas más reconocidos, también por ser uno de los solteros codiciosos del país. Ninguna mujer ha tocado su corazón, que en sus más profundos pensamientos guarda un secre...