Capítulo 11

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En ocasiones he llegado a escuchar las conversaciones de mis compañeras de clase sobre lo que es salir a cenar con amigas de parte de su madre: risas, comentarios sobre la vestimenta y qué tan costosa puede ser, hablando mal de uno hacía la otra persona. En esta vida hay tantas personas que te enviaran hasta por como hablas.

Por otro lado, de cierta forma, todos hemos llegado a tener una segunda madre, es decir, es la mujer que se preocupa por ti, es tu confidente, mejor amiga y consejera, suele ser nuestra tía o madrina, ya sea dependiendo de la situación, pero en mi caso, es la señora Park.

La madre de mi mejor amigo es una dama que admiro en su totalidad: una mujer de clase, respetada, valorada, así como humilde y sencilla.

Cuando nuestros padres se reúnen en cada cena, veo la sencillez, me sentía cómoda a lado de ellos, claro que nuestros padres pueden tener disgustos sobre el manejo de las empresas, pero la crianza que nos han dado a ambos es valorada.

Desde el accidente de papá y de que mamá estuviera un poco mal de salud debido a ello, no tardó mucho en venir a visitarlos, saber cómo estaban ambos y sí se ofrecía alguna ayuda ellos estarían para nosotros, además de mencionar la señora Park es la mejor amiga de mamá.

Me encontraba sentada en el sofá, revisando mi trabajo de la oficina, como pendientes de tarea de la universidad, escuchando como amaba conversaban.

—Yi-hyun —escuche la voz de mamá —Hija, ya es un poco tarde, ¿Por qué no vas a descansar?

—Son las 3:00 de la tarde —dije al ver la hora en el reloj que se encontraba pegado en la pared.

—Linda, debes tener pendientes. Pero estoy de acuerdo con tu mamá, debes descansar un poco. Es viernes. —me sonrió la señora Park.

—Agradezco su preocupación por mí, pero/ —mis palabras fueron interrumpidas cuando mamá alzó la palma de su mano, ordenándo me que guardara silencio.

—Kim Yi-hyun, ve a descansar. Te lo estoy pidiendo de forma educada, mi amor. Trabajas demasiado, no has descuidado en venir a cuidarme, por favor.

Solté un suspiro, cerré la Tablet, mamá me sonrió.

—De acuerdo, pero sí llega a surgir algo, no duden en llamarme. Además, veo que tienen cosas que hablar y desean privacidad. —ambas rieron.

Me despedí de mamá y dándole las gracias a la señora Park, guardé mis cosas en mi mochila, saliendo de la habitación, mientras comencé a caminar rumbo al elevador, miré un mensaje de Jimin animándome, extraño cuando nuestros días libres no coinciden.

Al salir del hospital, me lleve con la sorpresa de no ver la camioneta en la que el chofer venía a recogerme. Sin embargo, había una la cual se detuvo frente a mí. No baje las escaleras al contrario, me quedé en mi lugar por sí alguna situación llegara a suceder, pero sobre la puerta de piloto bajo él hombre de tez blanca, con aquel aspecto cuadrado de su rostro, con un traje costoso.

Me hizo una reverencia para después abrir la puerta de los asientos de atrás, mis nervios comenzaron a hacerse presentes.

—Señorita Kim, el señor Jeon me ha enviado por usted.

—¿Por mí?

—Por favor suba.

Era directo con sus palabras, trague más mi saliva al saber que no tenía opción. Bajé las escaleras subiendo a la camioneta, al entrar y sentarme di un salto cuando cerró la puerta, moví mi cabeza y, en el asiento de alado se encontraba el señor Jeon: su vista estaba en la tableta sosteniendo el lápiz óptico.

La camioneta comenzó a moverse, dándome cuenta de que no tenía su atención, ni un saludo de su parte. Fije mi vista hacía la ventana, recordando sus palabras la última vez que nos vimos.

DIBÚJAME [©JJK/MYG-Libro I]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora