Paris

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-Henry, espera...yo, necesito tiempo. Susurro desesperada Laura al tenerlo muy cerca demasiado cerca de ella, aquello la hizo reaccionar de inmediato, se alejo de el.

Aquello era lo mas raro que le había ocurrido hasta ahora Lucrecia era apasionada mucho mas apasionada que en otras ocasiones, se sentía deseoso de explorarla, no quería perder tiempo pero le daría exactamente eso, tiempo se dijo.

-Tranquila esposa. Tomo su mano una vez mas. -Te esperare todo el tiempo que desees cariño, eres lo que yo mas quiero Lucrecia nunca haría nada en contra de tu voluntad lo entiendes? Espero verla asentir. -Me aceptarías en tu lecho esta noche?

Aquello era el colmo pensó Laura, como seria capaz de resistirse a Henry y como su hermana era tan vil para abandonarlo así, escucharlo decirle Lucrecia era demasiado doloroso deseaba que la nombrara a ella, deseaba confesarle lo que sentía por el , cuanto anhelaba estar con el, quedarse con Henry sabiendo que era ella y no su hermana gemela.

Tomaron sus lugares cada uno para poder dormir, al menos ese era el plan sin embargo no se sentía segura de poder dormir con el a su lado, Henry la abrazo por detrás y ella se dejo hacer, aquella seria una de las tantas noches que compartirían juntos se dijo.

La mañana estaba envuelta por el típico frio londinense, tomo su bata y salió de la cama no sin antes mirar al atractivo hombre que dormía a su lado, toda la noche la mantuvo abrazada a el como si la necesitara, deseo creer que si la necesitaba, pidió un baño que tomo con prisa pues hoy saldría rumbo a Paris, aquello la puso un tanto alerta sabia que tía Vivien la reconocería debía pensar muy bien que le diría.

-Veo que estas lista. Comento Henry depositando un pequeño beso en sus labios.- Te queda espectacular el rojo cariño. Observo viendo los pendientes que le había regalado.

-Gracias querido, tengo algo para ti. Comento. -Ten, es mi regalo de bodas. Termino por decir al entregarle el libro.- Es una edición especial de tu libro favorito. Vio como el lo abría y lo miraba muy contento.

-No esperaba que recordaras mi gusto por los escritores franceses, cariño es el regalo perfecto, gracias. La beso de nuevo sonriendo entusiasmado.

No sabes todo lo que se de ti pensó Laura, tantos años de amor secreto le permitieron observar a Henry, sabia perfectamente todo de el se sintió una perdedora, tomo el brazo que le ofrecía y salieron del la propiedad.

-Espero que por el clima no nos tardemos en llegar. Comento Henry.

-Tienes razón pero llegaremos, el clima es algo que me hace no querer vivir en Londres. Termino por decir ella.

-Y dígame señora Cavill donde le gustaría vivir? Pregunto un poco sorprendido Lucrecia siempre había comentado lo mucho que le gustaba la capital y ahora decía otra cosa.

-Me gustaría ir a Yorkshire, recuerdas cuando nos invitaste a la casa de campo de tu familia, me encanta no me sorprende que Lady Cavill tu madre viva allí, lo haría encantada, recuerdo perfectamente el aroma a flores el camino feliz, la rosaleda. La miro cerrar los ojos como si quisiera evocar esos recuerdos. -Me encantaría poder visitar a tu madre pronto esposo. Susurro tomando su mano tímidamente.

La miro en silencio, por un momento recordó a Laura y se reprendió como no iba a recordársela si eran hermanas gemelas, sonrió se parecían mas de lo que había llegado a darse cuenta antes.

-Estas lista para subir al barco? Pregunto ayudándola a bajar del carruaje.

-Me encanta el mar. Comento sonriendo como una niña pequeña.

Aquella noche antes de acostarse Laura decidió cepillar un poco mas su cabello, hace un buen rato que despidió a Paulette la muchacha que era su nueva doncella, miraba la puerta del camarote esperando que Henry entrara, quien diría que después de dos noches durmiendo en la misma cama anhelaría su contacto, miro la hora eran casi las once y no aparecía, resignada se arropo entre las cobijas, una hora mas tarde pudo sentir como Henry se acomodaba a su lado, pudo sentir su calor y aquello la hizo sentirse aliviada, se dio la vuelta y lo miro para brindarle una sonrisa.

-Temía que no vinieras a mi. Susurro.

-Nunca te dejaría esperando amor. Acaricio su cabello y le brindo un cariñoso beso.

-Henry puedo pedirte algo? Comento mirándolo.

-Abrázame. Susurro, el tomo su cabeza colocándola sobre su pecho, la acaricio de manera delicada. -Prométeme que siempre recordaras esto? Pidió tratando de contener las lagrimas, cada día que pasaba seria menos tiempo a su lado, acaricio su pecho sin poderse contener.

-Hey!!! Que sucede cariño? Pregunto mirándola un poco confundido.

-Nada.............solo, solo bésame, nunca olvides que eres el amor de mi vida. Susurro acariciando su mejilla.

Después de varias horas besándose, tocándose y conversando se quedaron dormidos uno en brazos de otro, los días en el barco fueron el tiempo a solas que necesitaban, Henry se sentía mas enamorado que nunca de Lucrecia, sabia que los dos estaban destinados a estar juntos y ahora solo se confirmaba aquello, incluso algunos detalles que lo incomodaban de ella parecían haber desaparecido dejando solo las cosas buenas en ella.

-Me parece increíble que el viaje este llegando a su fin. Comento esa tarde mientras admiraban la puesta de sol.

-Apenas comienza cariño, Paris nos espera. Recordó.

-Mi librería favorita esta ahí, eso me servirá de consuelo y el café que sirven en el lugar que queda al lado es increíblemente bueno. Recordó.

-De que hablas? Dijiste que nunca habías ido a Francia. Recordó Henry mirándola extrañado.

-Yo....si....me refería a mi hermana, es que me lo conto y siento como si yo hubiera estado ahí. Termino por decir con una sonrisa incomoda tratando de salvar la situación.

Horas después:

-Eso será todo, gracias. Comento Henry despidiendo a la servidumbre.-Bienvenida cariño. La tomo entre sus brazos para darle un par de vueltas.

-Para esposo. Ordeno riendo. -Podemos quedarnos aquí por siempre? Pregunto imaginándose lo feliz que seria de no volver a Londres.

-Me quedaría donde tu estés. Respondió besándola inmediatamente.

-Uhmmmm. Fue todo lo que ella emitió. -Quédate conmigo para siempre. Susurro acariciando su rostro.

-Me crees si te digo que te amo mucho mas que antes. Confió sin soltarla de sus brazos.

























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Secreto de hermanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora