CAPÍTULO 3 | UNA FIESTA EN NUEVA ORLEANS.
—Haríamos una buena pareja, cazadora.—Rodé los ojos, y seguí enviándome mensajes con Caroline. Desde que Kol había entrado al Grill y me había visto, se había sentado aquí. Y de eso ya hacia 10 minutos.—Sabes que tengo razón.—Apreté el móvil entre mis manos, y lo dejé en la mesa con un golpe.
—No entiendo porque sigues con esa monólogo de "Somos perfectos uno para el otro" Kol Mikaelson.
—Me interesas, cazadora. Tienes furia, y belleza. Dos de mis cosas favoritas en una mujer.
Abrí los ojos, y me acurruqué más contra las sabanas. Estiré el brazo, y cogí mi móvil, el cual se encontraba cargando encima de la mesita, y comprobé que era medio día.
Con un suspiro, salí de la cama, y me fui de la habitación directamente a la cocina. Allí estaba Hayley comiendo un poco de cereal.
—Buenos días—Le sonreí y fui a la nevera a por un poco de zumo.
—Rebekah y Klaus no están en casa—Asentí, y me senté en una de las sillas de la barra. Frente a ella.
—¿Sabes dónde están?—pregunté.
—Rebekah Fue a buscar a Sophie Deveraux, y Klaus ni idea. —Volví a asentí mientras cogía una manzana roja del frutero.
Nunca había sido buena iniciando conversaciones, prefería estar callada y observarlo todo.
—¿De qué los conoces?—Me tragué el trozo de manzana que había mordido, y dejé la manzana en cuestión, en la mesa. Sabía a quien se refería.
—Mis padres me contaban historias de ellos. De los vampiros originales. Supongo que desde pequeña fui creciendo con ellos en mi cabeza. Cuando mi familia y yo nos mudamos a Mystic Falls, poco tiempo después apareció Klaus, reclamando la sangre de Elena la doppelganger. Después de bastantes problemas, Klaus les quitó las dagas que mantenían dormida a sus hermanos, y de ahí los conozco.
—Pero para ser una cazadora de vampiros, te llevas bastante bien con ellos... ¿No?—Me encogí de hombros.
—Supongo que haber estado con uno de ellos hace que me lleve bien con todos.—Hayley me miró abriendo los ojos sorprendida.
—¿Con cuál estuviste?—Sin poder evitarlo, sonreí.
—Con Kol.
—¿Y cómo era?
—Era esa clase de amor que te acaba destruyendo si no le pones fin.
—¿Y qué pasó?
—Lo mataron.—Un nudo se había formado en mi garganta, y podía sentir el picazón de mis ojos a punto de llorar—Me voy a vestir.
Cuando empecé a subir las escaleras, la puerta de la entrada se abrió, y por allí entraron Klaus, Rebekah y Sophie.
Cuando ya estaba en mi habitación, dejé escapar un pequeño sollozo, pero solo eso, si iba a mas iba a empezar a llorar.
Después de elegir y vestirme con una camisa roja con cuadros negros con las mangas hasta el codo gracias a un botón, y unos pitillos vaqueros con varios desgarrados, y unas vans negras, bajé al salón, encontrándome con las puertas cerradas, y Hayley escuchando.
Después de unos minutos, las puertas se abrieron, y Rebekah, Klaus y aquella bruja salieron. Rebekah me sonrió y me hizo un movimiento de cabeza.
Me había sentado donde las escaleras, así que me levanté de un movimiento ágil, y salí con Rebekah de la casa.
Cuando llegamos a la ciudad, decidí empezar a hablar.

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THRONE ⟡ THE ORIGINALS
FanfictionCon una hija en camino, la ciudad de Nueva Orleans odiandolo, y con Allison Argent como recordatorio constante de que nunca conseguiría lo que anhelaba, Niklaus Mikaelson no estaba preparado para lo que el destino le tenía preparado, pero algo tenía...