06 | ÁRBOL ENVENENADO.

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Chillé, y me tapé la boca con las manos. Delante de mí, Kol estaba ardiendo. Elena y Jeremy me miraban con los ojos abiertos horrorizados de que hubiese contemplado como mataban a Kol.

Las lágrimas pronto nublaron mi vista, y caí al suelo de rodillas.

Kol.

Kol.

Kol.

Kol está muerto.

Cuando el cuerpo dejó de arder, me acerqué a el gateando, puse mis manos en el pecho de un Kol muerto, y dejé escapar un sollozo. Mi mirada no se iba de él, pero aun así podía sentir como Elena, y Jeremy estaban detrás de mi.

—Allison...—Oí que me decía la voz de Elena. Respiré pesadamente, y me levanté de un salto, cogiendo la estaca de roble blanco del pecho de Kol, y empujé a Elena contra la pared, apuñalándola muy cerca del corazón.

Ella soltó un grito de dolor, y empezó a llorar.

Sentí un impacto en mi cabeza, y todo se volvió negro.

Abrí los ojos, y noté que la almohada estaba mojada.

Había estado llorando en sueños.

Miré la hora en el móvil, y suspiro mientras me estiraba.

Después de darme un baño, y ponerme unos pantalones vaqueros azules, una camiseta básica de tirantes negra y unas vans también negras, bajé a la cocina, pero antes de entrar, me paré al oír dos voces.

—Son extrañamente protectores.—Dijo Hayley.

—Hablando del tema de las brujas..., me preocupa ese asunto.—Al oír la voz de Elijah sonreí, y me alejé lo más lento que pude, y sin hacer ruido.

Vi a Rebekah arrastrando un cuerpo de una chica, y alcé una ceja mientras no podía evitar soltar una risita. Sé que debería enfadarme, y sentirme furiosa por ser una cazadora, pero simplemente no me salía con ellos.

Al entrar al salón, vi que Klaus estaba leyendo un libro. Me senté a su lado, y me incliné para saber que iba su lectura. El sonido de los tacones de Rebekah me hizo apartar la mirada del libro, y la observé mientras se arrodillaba en el suelo, y empezaba a limpiar la mancha de sangre del suelo.

—¿Poesías sobre manzanas envenenadas de árboles muertos?—Rebekah dejó se limpiar, y nos miró. Bueno, más bien miró a Klaus.—¿Te preocupa de paternidad?—Klaus desvió la mirada del libro para mirar a su hermana.

—Tonterías...Elijah ha vuelto, y los problemas se convierte en polvo y desaparecen.

Rebekah le sonrió antes de volver a ponerse a fregar el suelo. Klaus también sonrió, y se acomodó para que yo también pudiese leer el libro.

—No recuerdo que hubiese polvos mágicos en la oscuridad del ataúd que tuve que soportar...—Dijo Elijah entrando al salón, y poniéndose detrás del sofá, donde había una mesa.

Giré mi cuello, y mis ojos fueron directamente al grimorio que estaba ojeando Elijah.

—¿Quieres ponerte en contacto con tus poderes de brujo, Elijah?—Dije con gracia.

—Ja, ja, ja. Muy graciosa, Allison. Pero no. A cambio de mi libertad, le prometí a Davina que le daría algunas páginas del grimorio de nuestra madre, Esther.—El vampiro arrancó unas cuantas páginas, y las guardó en una tela, que luego se la guardó en la chaqueta.—La ayudará a controlarse. Y empezaremos con un hechizo de desvinculación.

THRONE  ⟡  THE ORIGINALSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora