Capítulo 1

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Ana

Desperté gracias a mi alarma. Solo he dormido de seguido en las últimas dos horas. Anoche me duché y me hice una trenza, como consecuencia, ahora tengo el pelo ondulado.

—Buenos días, cariño. —me dijo mi madre cuando salí por la puerta de mi cuarto.

—Hola mamá. —dije con la mano en la cara para tapar el sol que entraba por la ventana. Hace demasiado calor. Hablé con ella un rato más, me explicó detalladamente las cosas importantes sobre el nuevo instituto, cómo debo comportarme o a dónde ir para la reunión.

"Debes causar buena impresión, recuerda no maquillarte mucho ni poco, no te sientes en primera fila, pero tampoco al final, primero analiza rápidamente y ya después hablas." Escuché atentamente, aunque sabía que iba a seguir mi propio instinto.

—Buenos días. —mi padre se une en la cocina ya que hace un rato desde que me he sentado a darle vueltas a la cuchara en la taza llena de leche. Me besa en la frente, le da un beso a mi madre y se toma un café con nosotras.

Cuando fueron las doce menos cinco salimos hacia el instituto. De repente sentí muchos nervios, no sabía si mi ropa causaría mala impresión. Llevaba unos shorts vaqueros, una camiseta negra de AC/DC de tirantes, mis botines y unas gafas de sol. Con un bolso pequeño me bastaba, llevaba un bolígrafo y un folio.

Observé a todas las chicas con sus tops de ochenta euros, sus agendas y bolsos de tela, un estilo típico de las chicas recargadas.

No vi a nadie con quién encajar, nadie y eso me entristecía. Mis padres se despidieron de mí y yo me quedé en el patio, muchos chicos y chicas se abrazaban eufóricos debido a el reencuentro.

Pensé en Nina, mi ex mejor amiga, debía de ir vestida como alguna de aquí, seguro que estrenando ropa.

Ella era la chica guapa y popular de mi antiguo instituto, todos babeaban por ella y bajo su sombra, siempre estaba yo que iba con los mismos vaqueros y con las típicas sudaderas o camisetas.

Estaba observando a una chica cuando alguien se chocó conmigo.

—Lo siento. —su acento me sorprendió, no era sevillano y menos andaluz. Madrileño. Estoy segura.

No sé cómo no me ha visto, venía directamente hacia mí y precisamente se me ve. No entiendo si ha sido aposta. El caso es que el chico parece apurado. Decido no montar una escena

—No pasa nada. —esperé a que se presentara, pero se fue hacia dentro. Normalmente, le hubiera soltado algo por su torpeza, pero no pude porque desapareció.

Maldito maleducado, odio a la gente así.

Noté algunas miradas en mí tras este momento incómodo, ni siquiera he podido verle la cara bien.

Era un chico un poco más alto que yo, creo que sus ojos eran azules y la gorra impedía que viese el color del pelo, asumo que era rubio. Entré en el edificio ya que a pesar de ser septiembre aquí hace un calor que te mueres. Necesitaba refrescarme un poco.

A T A R A X I A  [1]   A La VentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora