In The Shadows | Shadowhunters

5: "Volví, amor"

-No, es muy tarde - susurró Alec.

-¿Alec? - pregunté sosteniendo su mano, mientras que con la otra pasaba una toallita por su cara, que estaba cubierta de sudor. Magnus frustrado por no poder ayudar, lanzó con su magia el velador de mi recámara hacia la pared, justo a un lado de Raj.

-Deberás limpiar eso - dijo el Shadowhunter mirando a mi cuñado, el brujo lo fulminó con la mirada y se dio vuelta para volver a intentarlo - te entiendo bien, pero tengo órdenes directas - explicó - si no puedes ayudarlo, tendrás que irte - dijo, y yo me levanté sin soltar la mano de Alec.

-Tus órdenes fueron que te quedes a un lado de la puerta, no dar consejos, así que cállate y vigila, nada más ni nada menos - dije.

-Mi magia es lo único que evita que Alec se desvanezca - dijo Magnus - no me iré.

-Sé que eres viejo, pero no sabía que eras sordo - dijo el Shadowhunter con humor - claramente no despertará, así que puedes irte, o yo puedo quitarte... - dijo, pero Magnus lo interrumpió con su magia, tomándolo del cuello y arrojándolo hacia la pared, haciendo que quede desmayado. Luego me miró.

-Lo siento, no me gusta que me apuren - dijo mi cuñado y sonreí, Izzie ante el ruido, entró.

-Magnus, basta. Debemos sacar a Alec, pero esto no ayuda - pidió Iz. Y finalmente, pusimos a Raj el glamur, haciéndolo pasar por Alec y sacamos a mi esposo por un portal, llevándolo al loft de Magnus. E Izzie se quedó con Alec como si estuviera haciéndole compañía, e Isaac se hacía pasar por mí, mientras dormía a un lado del pelinegro.

Alec estaba acostado en el sofá cama de Magnus, cuando Isaac entró y nos informó que Izzie hizo un trato con Aldertree de que Jace salve a Alec, pero luego debe arrestarlo, así que mi Parabatai estaba en busca de su rubio hermano. Yo sostenía fuertemente la mano de Alec y recostaba mi cabeza al lado de la suya, mirándolo, mientras Magnus seguía fluyendo la magia en su cuerpo.

-Vuelve, por favor, vuelve - pedía en susurros.

-No tengo respuestas - dijo el brujo descansando unos segundos, poniendo su mano en mi hombro - lo he intentado todo - dijo y las lágrimas empezaron a empañar mi vista.

-No te preocupes, gracias por intentarlo - dije y tome más fuerte la mano de Alec. Unos segundos después, entró Jace junto con Clary e Izzie y le dejé mi lugar, me aparte y me pare a un lado de Isabelle, que me sostenía.

-Alec - suspiró el rubio acercándose, y Magnus le tendió la piedra, Jace la agarró y la entrelazó con la de Alec, con la piedra en medio - "no insistas que te deje o que te deje de seguirte después... - empezó a recitar el juramento Parabatai, pero Alec convulsionó y tiró la roca.

-¿Qué está pasando? - preguntó Iz, mientras me abrazaba.

-Se desvanece - dijo Magnus, abrazando a Isaac.

-No - suspiré y caí de rodillas, haciendo que Iz se acuclillé a mi lado y me vuelva a abrazar.

-...tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios... - continuo Jace, tomándolo del rostro, lágrimas escapaban de mis ojos, y sentía como una parte de mí se desgarraba - ...donde tu mueras, allí moriré y allí seré sepultado, que el Ángel haga conmigo... - dijo y la piedra se apagó, entonces Jace lo abrazó llorando - ...y aún mejor si algo, si algo más que la muerte nos separa a ti y a mí..." no me dejes, Alec - pidió llorando.

-Si algo más que la muerte nos separa a ti y a mí - Alec pronunció bajito, haciendo que levante mi vista hacia la escena y Jace voltee a verme con una sonrisa. Se separaron, se miraron unos instantes y se volvieron a abrazar, y yo recordé como respirar, y abracé a mi Parabatai.

-Jace Wayland - se escuchó de repente, y todos giramos a la entrada del loft - te sentenció a la Ciudad de Huesos para esperar el juicio por el cargo de alta traición y ayudar a Valentine en una guerra contra la Clave - dijo Víctor Aldertree parandose en frente de Jace.

-Esperen, ¿qué diablos está pasando? - preguntó Alec, sentándose.

-Está bien, Alec - dijo el rubio - lo importante es que volviste - dijo y Alec intento pararse - ¡no! - pidió - Evie - dijo y me puse a un lado de Alec, evitando que se pare. Los hombres de Aldertree lo tomaron y lo llevaron hasta la Ciudad de Huesos, el director del Instituto me miró con una sonrisa de lado y se retiró. Intenté tapar con mi pelo, mi rostro, tratando de que Alec no me vea, pero fue inútil ya que lo corrió, dejando a la vista, mí maquillaje corrido y mis ojos rojos por tanto llorar, y lo único que hizo fue atraerme a sus brazos mientras apoyaba mi cabeza en su pecho mientras acariciaba lentamente mi cabeza.

-Volví, amor - susurró.

Estaba en la habitación de Alec, recostada en su pecho, mientras jugábamos con nuestras manos.

-Evie - dijo mi esposo, yo hice un asentimiento con la garganta para que diga hablando - ya llevamos un poco más de medio mes casados - informó.

-Sí, lo sé, ¿qué quieres decir con eso? ¿quieres el divorcio? - pregunté divertida.

-¿Qué? por supuesto que no - dijo serio y reí - creo que me gustaría que traigas tus cosas, aquí - dijo y lo miré con una ceja arqueada.

-No te estoy entendiendo - dije.

-Creo que, ya dormimos juntos y pasas la mayoría del tiempo aquí, o yo en tu habitación, y creo que ya es tiempo de que traigas tu ropa, y que está sea tu habitación, nuestra habitación - dijo con la mirada en un punto fijo, y yo estaba sonriendo.

-Está bien - dije, y él me miró - mañana mandaré a Raj a que traiga mis cosas - dije y él me atrajo hacia sí, para besarme.

De un momento a otro, dejé de estar acostada en el para sentarme, siendo seguida por él, quién puso su espalda en el respaldo de la cama, me atrajo sentándome sobre él y el beso empezó a ser más fuerte, más pasional. Me sostuvo por la cintura con una mano, mientras con la otra empezaba a sacar mi remera, yo pasé mis manos por su tonificado abdomen y saqué su remera. Él se dió vuelta acostándome y poniéndose encima mío, pero se separó al sentir que empezaba a desabrochar sus pantalones.

-¿Estás segura? - preguntó, y mirándolo a los ojos asentí.

-Nunca estuve más segura en mi vida - dije, para luego agarrarlo del cuello y atraerlo nuevamente hacia mí.