Evie Branwell es una de las mejores shadowhunters del Instituto de Nueva York, siempre sigue las leyes y hace bien su trabajo. Pero, ¿qué pasará cuando un familiar suyo del pasado venga a provocar muchos problemas? ¿podrá superar los obstáculos? ¿qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aldertree ya había intentado 5000 veces pero éste le seguía diciendo "acceso denegado".
-No funciona - dijo Aldertree, como sorprendido - la derivación no debe aplicarse a los puntos de accesos exteriores - dijo, y por la puerta aparecieron 5 miembros del Círculo - Cinco contra tres - dijo.
-Podría ser peor - comento Alec.
-Bueno, a pelear se ha dicho - dije con una media sonrisa, mirando a Alec.
-A pelear - repitió Alec y deglamurizamos nuestros arcos para empezar a pelear, pero un látigo se enredó en el cuello de dos sujetos, sonreí mirando a mi Parabatai - Izzie - dijo, sorprendido de ver a su hermana.
-Parabatai - dijo Iz, sujetando a un hombre frente a mí y lancé una flecha. De mi bota, saqué dos dagas y las hice volar a los restantes. Vino un sujeto más, Iz me pasó la punta de su látigo y lo bajamos, haciendo que se tropiece, saque mi cuchillo serafín y la clave en su pecho - seguimos siendo un buen equipo, ¿ah? - pregunté y sonreí, pero luego vi como se mareaba - Izzie, ¿estás bien? - dije acercándome para sostenerla.
-Tranquila, Parabatai - dijo la pelinegra - lo siento, Alec - dijo viendo que su hermano se acercaba y la alzaba.
-¿Por qué? ¿por salvarnos la vida? - preguntó el de ojos avellana. La chica abrazó a su hermano, y vi como temblaba su mano, ya que estaba en abstinencia de yin fen.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dejamos a Iz en su habitación descansando, y cuando fuimos a la sala de control, encontramos a miles de Seelies, brujos, vampiros y hombres lobo muertos.
-No - dije mientras caía de rodillas y buscaba con la mirada a Magnus.
-Lo hiciste - dijo Alec en tono acusador - activaste la Espada-Alma.
-No - negó rápidamente mi prima.
-Lo hice yo, creí que la destruiría, Alec, pero... - empezó a decir el rubio, pero un sollozo salió de mí, mientras veía a algunos amigos subterráneos míos, muertos.
-¿Donde está Magnus? - pregunté mientras me levantaba y empezaba a recorrer - él no estaba aquí, ¿o sí? - pregunté mientras mi rostro seguía empapado en lágrimas.
