Evie Branwell es una de las mejores shadowhunters del Instituto de Nueva York, siempre sigue las leyes y hace bien su trabajo. Pero, ¿qué pasará cuando un familiar suyo del pasado venga a provocar muchos problemas? ¿podrá superar los obstáculos? ¿qu...
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Un mes había pasado desde que Jace y Clary habían peleado mano a mano con Valentine para proteger al submundo. Ya tenía 5 meses de embarazo y mi vientre ya era muy notorio. Ahora mismo nos encontrábamos en la ceremonia de Runas de Clary, estaba tan feliz de que ella reciba su Runa Angelical.
-Me presento ante mis colegas shadowhunters para recibir la Runa del Ángel, tomo esta marca para honrarlo, para recibir su luz. Para unirme a los shadowhunters, los guardianes de la paz - dijo Clary, extendiendo su brazo al Hermano Silencioso.
-Esta runa de poder angelical es merecida y muy esperada - dijo la Inquisidora - ya no estás en entrenamiento, venciste a nuestro enemigo. Valentine pudo haber usado los Instrumentos Mortales para despertar al ángel Raziel, pero tú evitaste que se cumpliera un deseo. Clarissa Fairchild, que tu heroísmo sea un ejemplo para los shadowhunters del mundo, felicidades - terminó Imogen y empezamos a aplaudir. Una vez que terminó la ceremonia, nos acercamos a Clary junto con Izzie y Alec.
-Felicidades prima - dije para acercarme a abrazarla. Luego se agachó y dejo un beso en mi vientre haciéndome sonreír.
-¡Felicitaciones! - dijo Izzie abrazándola.
-¿Cómo se sintió? - preguntó Alec, rodeando mi cintura con su brazo.
-Me dolió - dijo y sonreímos - no, fue increíble - dijo sonriendo - solo, es vergonzoso con toda esta gente alrededor.
-No te avergüences, eres la heroína de Alacante - dijo mi Parabatai y asentí, de acuerdo - te enfrentaste a Valentine y lo mataste. Iré a buscar a mamá - dijo para irse.
-Lo que hiciste, fue increíble - dijo Alec y sonreí, él estaba intentando llevarse bien con la pelirroja por mí y Jace - pero hay más, ¿no? - preguntó y borré la sonrisa.
-¿De qué hablas? - pregunté, separándome de él.
-Te dije todo lo que sé, Alec - dijo mi prima.
-¿Lo hiciste? - preguntó nuevamente y reí secamente.
-No lo puedo creer, Alexander - dije para luego irme a buscar a mis hermanos, mis padres y mi cuñado John. Escuché un suspiro por parte de él, pero no me siguió.
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