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enchanted (taylor's version)¹

— Su alteza real, el príncipe Choi Yeonjun, duque de Runaway. —anunció uno de los sirvientes cuando la música del salón se detuvo, mientras el joven príncipe junto a su acompañante caminaban hacia sus padres, los reyes, Jungkook y Taehyung.— y su alteza real el príncipe Choi Soobin, duque de Frost.

La sala se quedó en silencio ante la llegada de los príncipes del reino, ambos eran los solteros más codiciados del mismo, su real atractivo los hacía difícil de ignorar en la habitación, ambos caminando como si dominaran al público que estaba enfrente de ellos, dueños de cualquier lugar en las que sus presencias estuvieran. El mayor, Choi Yeonjun, era el príncipe que heredará el reino, con su porte y aquella sonrisa de lado, conquistaba a cualquier noble que se le cruzara, dueño de todas las portadas de las revistas más populares del reino; por otro lado, Choi Soobin, el segundo príncipe, era más bien un atractivo más adorable, sus sonrisas hacían destacar hoyuelos de los cuales solía hablarse en muchas revistas, siendo apodado como “el príncipe conejo”, siendo un poco más reservado que su hermano mayor. 

El reino de Magic Island se encontraba en la celebración del aniversario de la boda de los reyes, una de las celebraciones que se organizaba cada año sin falta, cada año siendo un poco más fascinante que la anterior, todo siempre destacando como centro de la celebración el amor que los reyes se tenían el uno por el otro. Muchas personas importantes eran invitadas, desde los nobles más poderosos del reino a simples ciudadanos sin ningún título, pues era una fecha que los reyes deseaban compartir con todo su reino, demostrando todo aquel amor que se tenían entre ellos y que tanto bien había demostrado a sus ciudadanos.

Prosperidad. 

Confianza.

El reino Magic Island era de los reinos más abundantes del continente, su abundante fauna, flora, materia prima y territorio que ocupaban, hacían que el reino fuera increíblemente saludable y rico, algo que otros reinos obligaban a sus hijas e hijos a empujarlos a un romance con los hijos de los reyes. Algo que también beneficiaba al reino, era la destreza que los reyes usaban para regir, siempre usando la transparencia y la justicia por delante de cualquier cosa, sin sumar privilegios innecesarios a las personas; algo que había hecho que todos los ciudadanos amaran a sus reyes y su reinado, esperando que su hijo mayor, su alteza real el príncipe Choi Yeonjun, gobernara de la misma forma que sus padres, justo y transparente junto a su rey o reina consorte, esperaban que ambos pudieran ser una ayuda para todos.

Después de todo, su alteza el príncipe Choi Yeonjun debía su corazón a su reino, al igual que lo habían hecho sus padres y antepasados.

— Sus altezas reales. —Yeonjun hizo una reverencia a sus padres cuando se encontró frente a ellos, ambos imponentes en sus tronos, siendo copiado por Soobin que estaba a su lado.— Lamentamos haber venido tan tarde, teníamos aún tareas reales que completar.

La familia era el centro de atención de todos, quienes susurraban cosas a sus espaldas. Soobin contó hasta diez intentando calmarse a sí mismo, odiaba manejar ser el centro de atención. Por otro lado Yeonjun, sonreía por la atención que todos le daban, se sentía de algún modo poderoso y amado.  El rey Taehyung noto las acciones de su hijo menor, indicando a los músicos que reanudaran la música para que la gente siguiera haciendo lo suyo y los ignorara en su pequeño momento familiar.

— Mis pequeños principes. —el rey Jungkook se levantó del trono para abrazar a sus dos hijos, quienes no dudaron en corresponder a su padre.— Es bueno que pudieran venir en esta fecha, pensé que iban a faltar como ambos habían escrito en sus cartas el mes pasado. Estoy tan feliz que puedan acompañarnos.

— Lo siento, en mi caso fue un cambio de planes a último minuto. —Yeonjun sonrió leve cuando se separó del abrazo, estrechando su mano con la de su otro padre.— Quería sorprenderlos, por eso seguí con aquella pequeña mentira.