DEMONS (+21)

CAPÍTULO 1



Antes que nada, espero que disfrutéis de mi nueva historia y espero que le deis mucho amor y cariños. Es una idea que hace mucho tiempo quería ir haciendo y por fin me he decidido. Gracias a mis dos amigas y lectoras Clau y Manu por impulsarme a crearla.

Ahora sí, disfrutar.

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CAPÍTULO 1

"El Concierto"

O C T A V I A

Unto el pincel en el color negro, y con mucha precisión lo llevo al cuadro creando trazos precisos y bien formados.

Limpio la brocha en el trapo que llevo colgando en mi cintura, luego limpio mis manos y me alejo para poder ver bien el cuadro que acabo de crear. Me muerdo el labio mientras miro con detenimiento la figura de una mujer que a través de sus ojos miran la soledad.

Lo miro desde distintos ángulos y con distintas luces para por fin darle mi aprobado.

Dejo el cuadro en el atril para que se seque, cojo el vaso de agua con todas las brochas manchadas y salgo de mi habitación de dibujo.

Al salir del cuadro voy hacia mi pequeña cocina.

Mi apartamento no es muy grande, pero tiene lo justo y necesario para poder vivir cómoda en él.

Nada más entrar por la puerta te encuentras con la sala de estar que conta con un sofá, una mesita de café y una gran televisión Smart TV.

Sí, tengo una gran televisión pero tengo un pequeño apartamento. Qué le voy a hacer, soy aficionada a las series y a poner música a tope.

A la izquierda se encuentra la cocina, la cual es una cocina americana y una barra divide las dos salas. A la derecha está el pasillo, en el cual la primera puerta es el baño, la segunda mi salón de pintura y la última mi habitación. Que cuenta con una cama matrimonial, un armario empotrado y un escritorio lleno de pinturas y mi portátil.

Enjuago el vaso lleno de agua teñida de negro y mis brochas cada una con un color, cuando justo mi puerta es abierta de par en par.

Con una exhalación por mi parte, me giro para ver a mi mejor amiga en el umbral de la puerta de mi casa.

— El día en el que llames a la puerta como una persona normal será el fin del mundo — voy hacia mi frigorífico y cojo una cerveza.

— Pues da gracias entonces de que nunca llegue el fin del mundo — se encoge de hombros y coge otra cerveza después de cerrar la puerta.

Voy directa hacia mi sofá y me tiro a él. Me estiro para coger el mando de la televisión y zapeo para buscar algún programa que me guste. Pero Kym al parecer no tiene la misma idea porque se pone en medio.

— Aparta — digo borde.

— No — niega con la cabeza.

Entrecierro los ojos y la miro con molestia. Kym me pone una cara de niña buena y me hace un mohín.

— Esa cara significa que me quieres pedir algo, y la respuesta es totalmente no Kym — niego con la cabeza y bebo un trago de mi cerveza.

— ¡OH VENGA! — Exclama Kym alertando a Mishi, mi gato — Solo es un pequeño favorcito.

— Kym, usualmente las cosas que me pides son cosas que no me gustas, como la vez en la que fuimos con un grupo de drogadictos solo porque te gustaba uno de ellos — recuerdo.