Esa noche fue distinta a todo lo que hubiese vivido antes, y aunque mi mente a ratos quería boicotearse con alguna inseguridad o estupidez, no lo logró... porque la confianza y seguridad que Frank me causaba no dejaba espacio a dudas, y estar en ese momento con él era todo lo que necesitaba desde hace mucho, y que durante el instante que estábamos juntos; no importaba buscar una etiqueta o definición a mi orientación sexual porque eso era lo mínimo que podía tener sentido junto a él.
Entre besos y caricias superficiales pasó la noche hasta que me quedé dormido en sus brazos conversando sobre el nuevo gato que tendría de mascota, la voz de Frank era una clase de sedante natural que podía estar escuchando por largas horas y de la cual nunca me aburriría.
Al día siguiente desperté por los ladridos que escuché de lejos, no me atrevía a abrir mis ojos por el fuerte sol que entraba en los espacios de las cortinas de los largos ventanales, rayos blanquecinos que irradiaban claridad y calor de la veraniega mañana. Suspiré hondo al sentir mi nariz inundada por ese aroma peculiar a él, deslicé mis brazos estirándome en la cama; sintiendo la suavidad de las sábanas de Frank, que al recordar donde estaba me causaba una sonrisa en mi rostro.
Había pasado la noche con él, y él me había hecho entender que dormir juntos no tenía que significar sexo...
Estiré mi brazo izquierdo hacia atrás recordando que Frank me había abrazado toda la noche, pero que en ese momento el calor de su cuerpo no estaba ahí conmigo, y al alzar mi mano esperaba que él estuviese ahí, pero no.
Abrí mis ojos de golpe, sorprendido por su ausencia, observé a mi alrededor y noté que no había nadie en la habitación, ni sus perras ni él, pero los ladridos se escuchaban de lejos, lo que me hizo sentir confundido. Me senté en la cama tirando las sábanas hacia atrás, froté mis ojos con pereza, aún tenía sueño y al abrirlos miré mis desnudas piernas... esa noche había dormido sólo con mi camiseta y bóxer, no me había atrevido a quitar mi camiseta porque me causaba pudor, incluso cuando Frank lo hizo con suma naturalidad, dejándome acariciar su tatuada piel desnuda.
A pesar de todo el tiempo que estuve trabajando para tratar y aceptar mi dismorfofobia... e incluso disforia donde ya había entendido que todo se debía a factores externos...había una inseguridad en mí que aún no podía superar del todo, y sentir o inducirme a creer que mi cuerpo parecía ser algo poco agradable para Frank me llenaba de miedos e inseguridades. Por lo que esa noche, mientras Frank quitaba su camiseta para dormir con mayor comodidad, quedando simplemente en bóxer y exponiendo su piel tatuada en la oscuridad... yo me limité a quedar en camiseta y mi bóxer que avergonzado demostraba una erección.
⸺ Hey, quédate ahí, te hemos traído desayuno ⸺Frank entró de golpe a su habitación y yo cómo idiota me tapé con la blanca y suave sabana cubriendo mi cuerpo avergonzado, incluso cuando vestía una camiseta.
Sus perros entraron ladrando y él sonrió acercándose a mí con una bolsa de papel en sus manos.
⸺ Desayuno, aún no sé muy bien que prefieres, pero como todas las mañanas saqué a mis chicas y pasamos por algo para desayunar ⸺Comentó sacando los largos vasos de café, dejando todo a mi lado, observé minuciosamente como ordenaba cada cosa junto a mí, exhibiéndome todo lo que había comprado ⸺¿Dormiste bien? ⸺Se sentó en su cama, justo a mi lado y su mano pasó por mi rostro con suavidad, extendiendo cada dedo sobre ella, tocando con sus aterciopeladas yemas mi mejilla, haciéndome sentir ese calor único de él.
Nuestra mirada se sentía intensa, sólo debía dar un simple movimiento y nos besaríamos, pero no, su mano se dirigió parsimoniosa por mi rostro, acariciando mis parpados, luego pestañas, dibujó mis cejas con la punta de sus dedos, luego mi nariz... hasta tocar mis labios; y la desesperación me perturbó, necesitaba besarlo, sentir sus labios sobre los míos, pero no hice nada porque quería disfrutar el momento.
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• LOSING MY RELIGION • {Frerard}
FanfictionEl cuestionamiento y las dudas existenciales son asuntos constantes en la mente de Gerard. Su rutinaria vida le brinda una segura que se limita a una zona de confort tan tranquila, que llega a un punto donde se pregunta si realmente está viviendo o...