Long Island

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N/A: Viernes de Losing My Religion,  veo que la cantidad de lectorxs crece y agradezco nuevxs lectorxs pero por favor no sean fantasmas hahahaja, y agradezco a todxs mis lectorxs por cada semana tomar su tiempo de leer/comentar/votar, son las mejores <3


Los labios de Frank se sentían suaves, tibios, húmedos sobre mi cuello. No quería que se detuviera, incluso cuando sentía que cada caricia se sentía como algo que "no debía ser", pero aun así no lo iba a detener, no sería yo quien lo hiciera, si él quería hacerlo sería por su voluntad propia, y por eso dejé que sus manos viajaran por mi espalda, acariciando mi piel por debajo de mi camiseta, hundiendo la suave yema de sus dedos en ella, deslizando su tacto que se sentían aterciopelados contra mí donde rasguñaba lenta y tortuoso de manera sensual ese frío sudor del nerviosismo que él mismo había ocasionado

Quería besarlo, pero su boca insistía en atacar mi cuello, hundiendo su cabeza en el espacio de mi hombro y cuello, su nariz recorría ese limitado lugar, oliendo mi piel, y sus labios se deslizaban con ese recorrido que parecía un castigo por la desesperación que me causaba su lentitud. Besos cortos, breves pero húmedos que me hacían pensar que su lengua era lo que se movía contra mi piel, a esas alturas ya no distinguía que era lengua y que era labio, estaba perdido en él e incluso en sus dientes que simultáneamente me daban mordiscos que me dejaron sin aliento y con un palpitante bulto en mi pantalón a punto de explotar.

Intenté luchar conmigo mismo, por no tocarlo, por simplemente dejarlo hacer lo que quisiera, pero mis manos se aferraron a sus bíceps, quería quitar su ropa, besarlo y tocarlo, pero mi postura paciente demostró lo dispuesto que estaba para dejarlo hacer lo que él quisiera

¿Cómo habíamos llegado a ese momento? Ni yo lo comprendía, pero simplemente sucedió, y me sentí en el cielo.

La alarma sonó fuerte, muy agresiva, y mis ojos se abrieron de golpe, violento desperté de ese sueño... Frank nunca me besó, nunca tocó mi piel, sólo había sido un sueño y mi cuerpo estaba cubierto en una capa de sudor; mi pelo mojado, mi rostro con pequeñas gotas y mi pijama... con una erección que no se marcharía con facilidad.

Me había vuelto un adolescente con sueños eróticos, y lo peor no era eso, tampoco había sido la humedad que había dejado en mi ropa interior, sino el hecho de tener esa clase de sueños con un "amigo", y quien parecía ser el único amigo en el último tiempo, porque después de los reiterados rechazos de Ray en cada llamada, mensaje o simple invitación a salir, me parecía el fin de una amistad de años.

Respiré hondo casi ahogándome con el aire que entró a mis pulmones, y miré hacia el espacio de la ventana donde la cortina no tapaba por completo, dejando un fuerte rayo de sol pegándome en el rostro, recordándome que era viernes, que al día siguiente no trabajaría y que esa misma tarde vería a Frank, aunque sólo por unos segundos, porque en la noche tendría que ir a la inauguración de la muestra que habíamos trabajado en las últimas semanas en el museo, e ir al centro vegano no era nada más que ir a ver a Frank, saludarlo, volver a casa y prepararme para esa gran noche, incluso cuando esa gran inauguración significaba estar de pie hablando con presuntuosos artistas.

Sólo era un trámite del cual debía asistir y del cual no me entusiasmaba mucho, ya que ya había visto como había quedado todo, y no tenía ganas de socializar.

***

No tenía ganas de trabajar, no tenía ánimo de estar bajo la histérica sombra de Grant y todo ese circo de artistas que lo adulaban, estaba cansado de esa exposición, y aunque normalmente una habría sido un momento de éxtasis para mí, donde era reconocido al ser parte del grupo de uno de los más grandes curadores de artes en New York, no me sentía muy emocionado al respecto, de hecho, mi cabeza sólo pensaba en una cosa... y eso era Frank.

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