Capítulo 34 - Incertidumbre

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Posada Lefina, Wesforest, Landgraviato de Massin, Imperio de Timese

Día 22, Mes de Zoicius, Año 207

10:23:45

Después de un largo viaje de un día entero sin parar, Persida El Cobless y sus sirvientas llegaron a la ciudad comercial de Wesforest, localizada a unos 279 kilómetros al sur de Gnadarkald

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Después de un largo viaje de un día entero sin parar, Persida El Cobless y sus sirvientas llegaron a la ciudad comercial de Wesforest, localizada a unos 279 kilómetros al sur de Gnadarkald.

Con una población de más de veintitrés mil habitantes, Wesforest se encuentra en el medio del camino entre las aldeas de Newich al este, y Cadefell al oeste. Muchos comerciantes de estas y otras aldeas y pueblos de la zona vienen a esta ciudad todos los días para vender toda la clase de mercancías, y como Ganji se encontraba a unos 262 kilómetros al oeste siguiendo la carretera, las dos ciudades se hacían la competencia para atraer a la mayor cantidad de comerciantes posibles.

En circunstancias normales, Wesforest era una ciudad bulliciosa y llena de actividad, pero con los eventos recientes causados por cierta nación que empieza con la letra V, la bulla fue reemplazada por un tenso silencio, y los gritos de vendedores reducidos a susurros con un tono de preocupación.

Para muchos en esta ciudad y a lo largo y ancho de Timese, el futuro inmediato era visto con miedo e incertidumbre, y Persida al ver esto llegó a la conclusión de que tenía que llegar al Reino de Rovia lo más pronto posible y verle las caras a los invasores venezolanos y poder hablar con su líder, aquel que llaman Presidente Leonardo Correia.

La única forma para evitar un segundo intento de genocidio en suelo timesiano era apelando por la sensatez y el uso racional de las palabras para así poder calmar la ira del líder de una nación que no hace mucho había sido víctima de un intento de invasión de su isla.

Persida era plenamente consciente de las repercusiones que su deserción conllevaría para toda Timese, pero en estos tiempos de crisis y de gran incertidumbre, las decisiones más inauditas algunas veces son la única solución para solventar las peores de las calamidades. Para ella esto no se trataba de la posteridad recordándola como una heroína que encaró a los invasores venezolanos, se trataba de hacer lo correcto para garantizar la supervivencia del pueblo timesiano.

Si nadie hacía nada para aplacar la ira de la República de Venezuela, entonces las puertas estarían abiertas para el intento de genocidio que las Razas Oscuras no pudieron lograr hace 200 años.

La emperatriz timesiana junto con sus sirvientas actualmente se encontraban hospedadas en una posada llamada Lefina ya que necesitaban descansar luego de haber cabalgando desde Gnadarkald durante toda la noche, pasando por varios aldeas y pueblos sin poder parar hasta que empezó a salir el alba.

Debido a la posibilidad de que su esposo haya enviado gente para intentar detenerla, Persida decidió que el viaje a Rovia se haría solo durante la noche ya que así tal vez no habría tanto riesgo de ser interceptada en las carreteras, aunque tampoco había que descartar la posibilidad de que los pregoneros reales esparciesen la noticia de su traición como la pólvora y tratasen de convencer a la plebe de ayudar a Gunderic en atraparla por medio de una recompensa, o peor, que Demetrios decidiera tomar la iniciativa y enviar a sus caballeros de la Liga de Hardegin para que la buscasen, aterrorizando, robando, violando y matando a todos aquellos desafortunados de toparse en su camino.

Una nueva Venezuela en un mundo de fantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora