Alis se mantuvo firme las primeras horas, después había actuado como si nada hubiera pasado y ahora me encontraba siendo interrogado por él. A decir verdad me esperaba algo así pero no pensé que fuera a ser tan... ¿detallado?
—Así que solamente eres Inmortal —Alis susurró y asentí—. No puedes ser ninguna criatura pero a la vez eres como nosotros. Es complicado y fatídico.
—Lo sé, pero... es lo que deseaba.
—Ha pasado un tiempo desde entonces, puedes estar aquí, después de todo este es tu hogar. Me gustaría que vivieras tranquilo aquí.
—Creo que te tomaré la palabra.
—¿Puedes beber sangre?
—Puedo hacerlo y también comer comida normal, si duermo mi mente descansa pero si no lo hago no pasa nada. También sano por mi cuenta y bueno... la sangre o veneno de un vampiro o lobo no me afectan.
—Es interesante, es justo como Soren.
—¿A Soren le pasa eso?
—Creí que lo sabías. Tu Producto puede hacer muchas cosas interesantes igual que tú.
—¿Cómo cuáles...?
—Oh, ¿estás asustado? —Alis se acercó a mí y tocó mi corazón—. Él tampoco puede morir, Kaydenn.
Eso me hizo sentir un profundo dolor, ¿por qué? ¿Lo había heredado de mí? Pero en ese entonces yo ni siquiera era esto, ¿por qué?
—Quizá hay muchas cosas que no sabes y nunca sabrás —mi Rey se alejó—. Pero si no las sabes no es porque no te las quieran decir, sino porque no deberías saberlas en primer lugar.
—Condenar a Soren de esa forma...
—No puedo decir que es una condena como tal. Estar condenado a la eternidad significa mucho más que no poder morir.
—¿Lo dices por experiencia?
—Quizá.
—¿Qué pasó con Adrien? —pregunté curioso, los ojos de Alis explotaron en chispas azules y adoptaron un severo tono azul neón que brilló tanto que me hizo temblar—. Aquella vez, hace muchos años... ¿qué fue lo que pasó? ¿Por qué nunca más volvimos a saber de Adrien y por qué tú regresaste así?
—¿Así cómo?
—No me hagas decirlo... tú lo sabes perfectamente.
—¿Qué ganarías con saberlo?
—Entender por qué lo sigues esperando cuando aparentemente él jamás volverá.
Alis continuó mirándome furioso, conocía esa mirada que te decía "No indagues más o te mataré aquí y ahora". Esos ojos color azul cielo que brillaban intensamente en un ártico crudo poco a poco se derritieron en la suavidad de una mirada rosa y quebrada. Alis dejó de levantar una barrera y se giró evitando mi mirada.
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El destino y la muerte - Alma Inmortal
Vampire"Pequeño Ángel, si te hago sufrir una vida, ¿podrías perdonarme?"