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«Eres un monstruo»
No soy un monstruo...
«Mataste a tu mejor amigo»
No...
«Condenaste a un inmortal a sufrir por la eternidad»
Que no...
«Y sigues viviendo como si nada hubiera pasado»
Te equivocas...
«Eres un monstruo»
—No soy un monstruo...
El suave tacto de alguien a mi espalda me hizo pegar un brinco y a no ser porque alcanzó a sujetarme hubiera caído de la ventana en donde estaba sentado, miré asustado a Nash, el Purasangre me sonrió de medio lado pero, en sus ojos pude ver una vez más el dolor, y también la misma culpa.
Suplicaba perdón sin saberlo.
—¿Qué no estabas con Bosley? —pregunté.
Nash asintió.
—He terminado mi trabajo.
—Te has tardado...
—Lo siento, el consejo está un poco alterado debido a Alis.
—Alis siempre causa problemas y Bosley y tú siempre tienen que resolverlos, no son sus padres...
—Nosotros somos sus Purasangre, para eso hemos pactado con él.
—Eso no fue lo que he entendido cuando Lily me contó algunas cosas... —lo miré molesto—, por lo que sé, ustedes no tuvieron opción, ningún Purasangre la tiene.
—Tal vez eso es cierto, pero nosotros decidimos seguir a Alis —miré a Nash un poco confundido por sus contradictoras palabras y el Purasangre suspiró—. A estas alturas ya debes saberlo, Kaydenn. Alis creó un Lazo de Sangre con nosotros. Y nosotros decidimos pactar con él. Nunca lo vas a entender, es una devoción con la que despertamos. El poder servirle a un rey es para lo que nacimos, independientemente de que el rey al cual sirvamos sea responsable o irresponsable.
—Ni siquiera se parece a un rey, es más como un niño pequeño. Y Bosley es el padre y tú la madre, ¿por qué sigue siendo el rey?
A Nash le causó gracia y se pegó a mí.
—Porque a pesar de que Alis es muy chiflado y problemático sabe hacer aquello para lo que nació: Gobernar sobre todos nosotros, es el rey por haber sido el primer purasangre en el sur, pero también es el rey porque se lo ha ganado.
—Pues yo no veo que haga gran cosa, siempre hace que el consejo se enoje y ustedes la pagan...
—¿Qué es lo que miras desde aquí? —Nash me ignoró, y me abrazó—. Quisiera poder entender qué es lo que tanto miras, yo no veo más que árboles y pinos...
