El destino y la muerte - Alma Inmortal

Capítulo 18

•*¨*•.¸¸ En la espera de la Eternidad.

La situación los había superado a creces a cada uno de ellos y a mí también debido a que no podía controlar del todo a Chloe y me desobedecía. Creía que era por ser humano pero al parecer ella no estaba dispuesta a acatar mis órdenes este día.

Actualmente, en la patrulla #024 íbamos tres personas y un fantasma que hablaba sin parar conmigo. Los demás oficiales no se habían atrevido a subir con nosotros y tampoco sabía qué pasaría una vez llegando a la ciudad.

—Extraño a mi esposa... —Chloe dijo desanimada y la miré mal—. ¿Qué?

—¿El Alter Ego de Nash es tu esposa? ¿Cuándo se casaron? Y... ¿no piensas hacerme caso, verdad?

—Cuando tú te casaste con Nash, esa noche cuando fue la Luna Azul, ¿lo recuerdas? Y no, hoy haré lo que quiera.

Me reí.

Claro que lo recordaba.

—Ya veo, nos perdimos la oportunidad de tener una boda doble.

—¡Vamos a casarnos de nuevo!

—Me temo que eso será complicado, ya sabes... los humanos siguen interviniendo.

—Hum, lo seguirán haciendo porque son humanos y son muy tontos, se aferrana lo que no deberían y no aceptan su realidad. Realmente dan pena algunas veces... incluso ahora, la madre de Kaydenn planea llevarte al psiquiatra.

—¿Es así? Qué problema, pero me interesa saber qué castigo les darán por matar a un humano.

—Sólo fue uno, ¡qué importa!

—Tienes una vez más razón.

—Eres un monstruo, un maldito monstruo y te llevaremos tras las rejas, de ser necesario matarte... te mataremos —el oficial que conducía sentenció y Chloe se sentó a su lado—. Eres cómplice de un asesinato.

—Eh... eso suena tan interesante, dime, ¿cómo vas a matar al esposo del Segundo Purasangre? ¿No viste acaso lo que pasó en el bosque? Oye, pequeño humano —Chloe se acercó a él y casi lo hizo perder el control—. ¿Piensas que permitiré que ustedes le pongan un sólo dedo encima? Especialmente tú —señaló a mi madre—. No te creas la gran cosa únicamente por darle a luz.

—Es... es mi hijo, yo... yo so-soy su madre...

—Eh... ¿eso piensas? Qué interesante —Chloe adoptó su forma física y suspiré—. Realmente esto es interesante, Kay.

—Chloe, deja de asustarlos.

—Yo soy quien estuvo contigo desde que eras una existencia vacía, ¿no crees que tengo el derecho a hablar?

—Haz lo que quieras —susurré, Chloe en cambio sonrió y siguió atormentando sus mentes—. Un Alter Ego sigue siendo un Alter Ego.

Eso era Chloe y por eso disfrutaba atormentar a mis padres y al oficial con todos sus tormentos, inseguridades y preocupaciones.

Lo siguiente que pasó fue simplemente una burla para los humanos. No sabía explicarlo bien pero toda la estación de policías se había vuelto prácticamente un caos porque tenían frente a ellos algo totalmente fuera de su alcance y comprensión. Chloe intentaba ser arrestada pero no podían debido a que una vez esposada, sus muñecas se volvían transparentes y las esposas caían al suelo. Yo sólo me limitaba a ver la situación burlón mientras mis padres hablaban de forma histérica con unas personas cuya profesión desconocía muy bien... aunque dos de ellas eran mi psicólogo y psiquiatra. Los otros tres ni idea de qué eran.