Lluvia.
De alguna u otra forma, la lluvia le daba melancolía a Junmyeon pero no le desagradaba, claro que era molesto cuando tenías que salir de casa y enfrentar a las gélidas gotas de agua que se peleaban por golpear tu cuerpo, pero una vez que estuvieras protegido, la imagen de aquellas pizcas estrellándose contra la ventana, le llenaba de nostalgia.
Se levantó despacio de la cómoda cama y se acercó a paso lento hacia la ventana de la lujosa habitación, procuraba caminar con cuidado ya que a pesar de todos esos años viviendo en ese lugar, aún temía romper o ensuciar algún artefacto costoso. Cuando llegó, tocó con las yemas de los dedos el gran vidrio y pudo ver el maravilloso paisaje, nunca se cansaría de admirar las grandes montañas que le rodeaban, era Enero y por ende todo el lugar estaba adornado de blanco, la nieve había dejado de caer por la mañana pero ahora la lluvia la había reemplazado.
Junmyeon se quedó pegado a la ventana por más de veinte minutos, mirando hacia el cielo oscuro y con los mismos pensamientos invadiéndoles la cabeza.
¿Te encuentras bien, Sehun? ¿Estás cuidando bien de mamá y de Baek? ¿Y Youngmi? ¿Dónde están? ¿Que pasó con papá...?
A pesar de que ya habían pasado más de cinco años, aquel palacio en el que estaba encerrado, aún le parecía poco familiar. Las grandes excentricidades, los lujosos adornos, todo era alucinante a los ojos de Junmyeon. Suspiró cansado, su mirada aún seguía perdida a través de la ventana. No podía creer la suerte que tenía, había pasado toda su vida encerrado en una secta, y cuando al fin pudo salir, había sido apartado de las personas que amaba y le habían recluido a un lugar que no tenía idea en dónde se encontraba.
Arseni nunca le dijo en dónde estaba.
Los primeros meses fueron los más difíciles.
Junmyeon recuerdo claramente los hechos que ocurrieron antes de ser secuestrado. Había estado a punto de ser asesinado por uno de los subordinados de su padre cuando Arseni llegó, sus hombres rápidamente entraron en aquella iglesia abandonada y asesinaron a sangre fría al Padre. Luego recuerda que fueron a por él y antes de ser desmayado, Arseni le sonrió mientras le decía "Dolg - eto dolg, i on dolzhen byt' oplachen" [Una deuda es una deuda, y debe ser pagada].Sintió unos fuertes pasos acercarse a su habitación y antes de ver a la persona, ya sabía de quién se trataba.
Por la gran puerta entró un hombre de aproximadamente 32 años de edad, tenía una apariencia elegante a pesar de que su semblante era serio, a cualquiera podría intimidar fácilmente, no solo por su gran altura sino por la energía que desprendía, con sus ojos azules profundos eran imposible mantenerle la mirada por mucho tiempo.
—Moya lyubov'. [Mi amor]
La grave voz de Arseni se hizo escuchar en cuanto entró, Junmyeon le miró y a pesar de que al inicio no podía soportar verlo, con el tiempo se había familiarizado con el hombre.
—¿Qué necesitas?
Para Junmyeon fue una sorpresa cuando Arseni habló con él, era ruso y aun así, mantener una conversación con Junmyeon no se le hizo para nada difícil, Junmyeon quería preguntarle por qué sabía su idioma, pero nunca llegó a tocar ese tema con él.
—Hoy el clima está más frío de lo normal, quería saber si necesitabas algo —Arseni le sonrió juguetonamente y Junmyeon rodó los ojos, no le gustaba cuando Arseni sonreía.
—No, puedes irte.
Junmyeon escuchó cómo Arseni soltó una carcajada y se acercaba a él, el hombre tomó su quijada fuertemente y le obligó a mirarle a los ojos.
—Sabes, moya lyubov', todos estos años te he tenido paciencia, pero esa actitud tuya me está empezando a molestar más de lo normal.
Su mirada era intensa, Junmyeon tembló, no quería hacer enojar a Arseni, pero tampoco podía acostumbrarse a tratarlo bien. Era su secuestrador, ¿Cómo le pedía eso?
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Checkmate [SeHo]
FanfictionOh Sehun sabía llevar un buen liderazgo, su clan de mafia crecía cada vez más pero, pronto termina siendo traicionado por uno de sus subordinados. Perdiendo su guarida tras un gran incendio en un intento de asesinato al jefe, acaba refugiándose en l...