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Capítulo 6

Viernes 30 de Agosto 2015

Flash back

María José: ¿Necesitas ayuda? –dijo con las cejas fruncidas acercándose más- Hey, ¿necesitas ayuda? -Él se volteo débilmente, mirándola con súplicas- ¡Esteban! –el muchacho se tapaba la cara con las manos y clamaba su perdón. ¿Por qué en ese minuto sentía que no lo odiaba a pesar de todo el daño?

Esteban: -estaba pálido, con ojeras bajo sus párpados y muy delgado- Perdóname Majo, fui un infeliz, un hijo de puta –lloraba desesperado, era notorio cuan débil estaba y cuanto peso había perdido- perdóname por favor.

Fin Flash Back

¿Distraída? ¿Preocupada? Podría ser alguna de esas palabras las que definían el estado de María José en ese momento. No podía quitar de su cabeza la pesadilla de 2 noches atrás, ni tampoco el impacto que le provocó ver a Esteban tan destruido físicamente en la clínica de Nueva Orleáns. La curiosidad crecía en ella tan rápidamente a medida que pasaban más los segundos. Anoche había recibido una llamada de la clínica diciendo que este domingo le tenían los resultados del examen de sangre listos y que podía llegar ese mismo día a buscarlos. ¿Y si se topaba con aquella mujer otra vez? Al parecer no la había reconocido, porque en su rostro al verla no surcó emoción alguna ni sorpresa.

La profesora chasqueó sus dedos para captar la atención de una perdida María José. ¿Se olvidaba acaso que quien le impartía las clases de "Psicología evolutiva" era la difícil maestra Peytton? Formando una semi sonrisa volvió a concentrarse en su hoja de prueba para meterse en esa cabeza que ella podía con esto. Desde que había tenido esa pesadilla una especie de confianza en sí misma había llegado sin salir de su pensamiento, además había quedado en las porristas hace unos días y eso ayudaba demasiado.

Cuando terminó y se sintió segura de sus respuestas, entregó el examen y le permitieron retirarse antes. Caminó hacia cualquier lugar de la universidad para distraerse un momento. Se sentía sola, si no fuese por las ocasiones en que se reunía con Eva Luna, no tendría un sólo amigo. ¿Acaso había logrado lo que quería? ¿Mostrar una imagen lejana de sí misma? María José no tenía idea pero era muy conocida en la universidad, aunque los hombres sólo se dedicaban a mirarla y hacerle cumplidos, y la mayoría de sus compañeras no deseaban hablarle por robar la atención de estos, algunas otras la miraban de manera diferente, pero María José no notaba que para ciertas mujeres, su físico no pasaba desapercibido. Creyó que ser popular atraería amigos como en la preparatoria, y se equivocó, debía también tener iniciativa propia de conversar como Eva Luna.

María José: -se apoyó en un árbol y miró hacia el frente- te sientes sola porque estás sola, reconócelo, no tienes amigos. -Cuando alzó la vista, vio a un muchacho que era golpeado por otro más grande. Claramente el que golpeaba medía mucho más y se aprovechaba de su traje de fútbol americano. El más grande lo golpeó duramente contra el suelo, a los pies de María José.

XX: Y que te quede de lección, alguien como tú no va a entrar al fútbol americano –levantó la vista y le dijo un piropo a una de las porristas que los apoyaban.

María José: Sal de acá baboso -él la miró extrañado, pensando que a la bella porrista morena le gustaba ser adulada- no me mires así -conteniéndose de dar otro golpe, el hombre grande se retiró de allí. Pues claro que se lo diría a todos, la bella chica de odontología y porrista era una "ayuda perdedores"- ¿estás bien?

XX: -miraba fijamente la figura del hombre retirarse- Un día voy a pegarte -murmuró y se volteó a ver a la morena que lo miraba preocupada. La conocía, era la nueva de las porristas del grupo de fútbol americano al cual quería entrar- sí, estoy bien -se dejó caer en el césped para descansar un rato- ¿por qué me hablas? Digo, soy un chico blanco de burlas, y tú una muchacha del selecto grupo de cheerleaders.

bittersweet feeling | caché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora