Capítulo 16
Sentía su cuerpo temblar entre sus brazos protectores y su piel sudar a borbotones. Poco a poco a medida que le iba susurrando que se calmara, así lo iba haciendo. Había tenido una crisis emocional otra vez, estar en una fiesta similar a la que estuvo a la edad de 15 años, le traía muy malos recuerdos, casi como si volviese al pasado y sintiese que Esteban iba a engatusarla con "bellas palabras". Se sentía una idiota, no podía culpar del todo a Rodríguez pues ella tampoco había tenido la valentía de pararlo y no tener relaciones sexuales sin el preservativo, pero ella no había sido culpable de que el muchacho tuviese el VIH. Una vez que dejó de llorar y sollozar, separó su rostro del cuerpo de la doctora Calle para mirarla a la cara. Su pómulo estaba marcado con la mano de la bofetada que le había dado, sentía vergüenza de su actitud y alucinación. ¿Qué culpa tenía Daniela de sus problemas? ¿Cómo pudo confundir a una mujer con Esteban? Ella no merecía aquello cuando lo único que había hecho en varias ocasiones, había sido ayudarla sin pedir cosa alguna a cambio. Sólo había silencio entre ambas, María José no quería abrir la boca para causarle más problemas a la festejada. Cuando notó la presencia de una preocupada Eva Luna disfrazada de Lady Gaga, caminó hacia ella buscando consuelo. Sin que la viese, Daniela le hizo un gesto a su mejor amiga de que debían hablar sobre la muchachita, que claramente de una u otra forma se había convertido en su paciente. Eva Luna asintió y caminó con María José hacia el primer piso de la gran casa, volteando la morena para ver a una preocupada castaña, susurrándole a esa mujer un "perdóneme, señorita Calle".
Una vez que estuvieron a solas en el patio, la rubia con mucha tranquilidad le preguntó qué demonios había pasado.
María José: Malos recuerdos Eva Luna, cosas que aún no puedo olvidar. -Montaner no sabía toda su historia- Necesito irme de esta casa, no puedo estar más acá, no quiero causar más problemas -María José iba a caminar para tomar sus cosas, pero su amiga le tomó el brazo.
Eva Luna: Me iré a dormir contigo a tu departamento, no puedes estar sola y lo sabes -trató de sonreírle- le pediré a Camilo que te haga compañía hasta que yo llegue, sabrás que no puedo cancelar la fiesta abruptamente.
La morena no fue capaz siquiera de reclamarle aquello, se sentía tan sola que compañía era lo que más necesitaba. Tenía miedo de sí misma y de que por su cabeza pasara la idea de quitarse la vida o cortarse en las muñecas.
Cuando caminaron hacia la sala de estar, María José se sentía tan observada por los ojos de los hombres de pies a cabeza.
Camilo de inmediato se acercó a su amiga para saber cómo estaba, en el mismo momento que Daniela llegaba cerca de Fiore para capturarla entre sus brazos.
Camilo: ¿Irnos? Llevamos solo como 2 horas -vio la pena en los ojos de la morena y comprendió que no estaba bien- Ok, de todas formas mañana hay clases –sonrió de oreja a oreja antes de alejarse de ella para despedirse de la festejada, quien seguramente estaría más tiempo con tantos invitados en la casa. Muy rápidamente ella se despidió de los amigos de Daniela y de Fiore que por voluntad propia se acercó a ella. Irradiaba verdadera simpatía, casi como si la conociera de toda la vida.
Fiore: Espero podamos verte otra vez -María José sonrió y murmuró un gracias. No la conocía y no podía decirle lo mismo aunque seguramente si seguía viéndola pensaría diferente. La muchacha simplemente no fue capaz de acercarse a Daniela, no después de haberle pegado por accidente. Sólo la miró con vergüenza, bajando la cabeza y caminando hacia la salida con Echeverry.
Valeria: -recorrió su disfraz por detrás con la vista, mordiéndose los labios- ¿cerca de los 19 años? ¿Por qué lo mejor viene en pequeños paquetes? –Se cruzó de brazos mientras Kim De Sutter con una cerveza en manos le susurró- para protegerlas de babosos, babosas y demás lanzados como tú. ¿Lo olvidas? –ambas se rieron sin saber que su mejor amiga y cumpleañera, quedaba con una horrible sensación en el pecho.
