Capítulo 91
Martes 18 de noviembre 2018, Los Ángeles, California
Despertó de golpe del sueño, sintiendo su corazón latir más allá de lo normal. Apenas tanteó con su mano en el mueble a su lado para tomar su teléfono celular y darse cuenta de que aún le quedaba tiempo para quedarse en la cama. Sobre su abdomen descansaba el brazo de ella, miró con ternura a su lado y vio a la mujer que semidesnuda descansaba, durmiendo abrazada contra su cuerpo. Con delicadeza comenzó a hacerle cariño en el cabello, tocando su piel con la punta de sus dedos luego mientras admiraba su belleza.
Desde finales de julio que estaban en eso de conocerse, llevándose sorpresas inesperadas pero bastante agradables. Cuando en una cena conoció a los padres de María José se dio cuenta de que eran todo lo contrario a los padres de Larissa. Martha se notaba un poco distinta porque tenía 50 años pero seguía siendo increíblemente bella, por sobre todas las cosas ellos eran de muy buen corazón, notándose el amor y orgullo que sentían por su hija. María José era hija única y por eso tenía tanta unión con las personas que más amaba.
Sí, se había regresado a Los Ángeles y compró una casa porque recordó lo bien que se sintió teniendo una en la fantasía. En ocasiones especiales hacían el amor y es que Daniela no quería que ella pensara que la quería para satisfacerse sexualmente, pues una de las cosas que más anhelaba era conocerla incluso en sus más mínimos detalles.
A "Yo seré tu ángel" le quedaba un capítulo y aunque pudo habérselo leído antes, Daniela se negó porque cuando sintiese que fuera el momento correcto le pediría que le leyera mientras dormía. ¿En que había avanzado la historia del libro? Cassidy Fletcher trataba de vivir con el eterno dolor de extrañar a su esposa junto al apoyo que le daban Fiore D'Angelo y sus amigos. Aunque en la clínica seguía impartiendo las charlas psicológicas, eso no evitaba que día tras día fuera a ver a su pequeño ángel a donde la habían enterrado meses atrás, o que llorase con el rostro hundido en la almohada. No era de extrañarse que Daniela despertase llorando, si mientras María José le leía su mente lo procesaba como si su fantasía continuara.
María José: ¿Daniela? –El día anterior la había invitado a cenar a su casa y como si fueran adolescentes la castaña le había pedido que fuera su novia, desatándose la pasión mientras se desnudaban para hacer el amor. María José habló somnolienta- ¿Estás despierta?
Daniela: Sí –decía con una sonrisa, y frotó su nariz contra la de ella- Pero no podemos quedarnos tanto rato, yo tengo que ir a trabajar.
María José: ¿Y si decido no dejarte ir? –Acariciaba su abdomen bajando su mano imperceptiblemente, sintiendo como ella temblaba- Soy perversa, anoche lo dijiste en mi oído. –Se sonrojaba recordando las imágenes en su cabeza, fogosas imágenes y sonidos eróticos.
Para Daniela la mejor forma de comenzar el día habría sido hacer el amor con su ahora novia, pero no tenía mucho tiempo. Sólo se quedaron mimándose la una a la otra, tomando desayuno y conversando. La doctora tenía una linda idea para el hospital público donde trabajaba, inspirada en la novela de María José. Cuando la castaña fuera al trabajo, la morena iría con Juliana para buscar a Tanya al segundo y último año de su Kindergarten, también irían a comprar cosas para el bebé que venía. La hermana de Daniela se veía realmente hermosa con un vientre de 6 meses, además de que a Mathew y ella les comunicaron que sería un niño, querían prepararse desde ya.
Daniela: ¿No me crees? –besó su mejilla lentamente, provocándola- no es inútil que me leas mientras duermo, te escuché inconscientemente durante un año entero estando en coma y ¿crees que no voy a hacerlo en todas estas veces que lo has hecho en los últimos meses? -Le acarició el rostro- Me sorprende que a Eva (la madre de Larissa en el libro) no la encontraban por irse con otro hombre y no precisamente con Demian.