Danny Phantom, el misterio de Paulina.

Capítulo 19

Danny entro en la biblioteca, a donde Jeremy le había indicado que estaba Sam. Este le había buscado, sin resultados, por lo que tomo una decisión.

–¡Tengo una idea! –se oculto, se transformo en fantasma, se hizo invisible y empezó a volar encima de los libreros para ver si la veía.

Efectivamente, logro verla, se encontraba en un rincón de la biblioteca, oculta entre los libreros y una montaña de libros sin organizar.

Este se acerco a ella y pudo darse cuenta de que estaba llorando, no sabía si destransformarse para consolarla o si guardar silencio y retirarse.

Sam tomaría esa decisión por él, quien tras secar esa última lágrima, dijo:

–Si me vas a observar mientras lloro, al menos quiero verte. –este se le apareció y se destransformo.

–¿Cómo lo supis...

–Tu perfume no me agrada, es muy cítrico. Cómprate uno dulce si quieres agradarle a las personas.

–Me conformo con agradarles a Tucker y a ti.

–Si continuas usando ese perfume no me agradaras, me harás vomitar. ¡Hazme un favor y cámbialo!

–Lo tendré en cuenta. –dijo sonriendo ante su humor tan cruel. –Me encontré a Jeremy en la cafetería, me dijo lo que sucedió.

–Si no te importa no quiero hablar de eso, mejor dime algo sobre Paulina y tu tío, ¿Algún sueño extraño y nuevo del que me quieras contar?

–Ahora que lo mencionas, hay algo que puede interesarte, se trata de Estrella.

–¡La amiga de Paulina! ¿Qué con ella? –pregunto curiosa.

–Me busco en su auto hoy al salir de mi casa, dijo que nos ha estado espiando: Sabe lo de mis poderes fantasmas, los viajes en el tiempo y, el fantasma de las cajas.

–¡Qué! Debes estar bromeando, ¿Cómo pudo saber lo de los viajes en el tiempo?

–No lo sé. Me dio esta dirección y dijo que la buscáramos hoy en la tarde, dijo que puede darnos información referente a Jack y Paulina.

–¡Esto si que me levanta el animo! –dijo poniéndose de píe. –Vayamos por Tucker, terminemos las clases de hoy y vamos a su casa, quizás deberías avisarle a Jazz para que vaya.

–Le escribo en clase, vayamos por Tuck.

–¡Andando! –dijeron yendo por este.

...

Mientras en el taller de Pamela, su último alumno se retiraba, ella guardaba sus cosas en su bolso con mucha calma, en lo que una caja de chocolates era puesta delante de ella.

–Me arriesgare y diré que Sam Bennett esta detrás de mí, porque es el único que conoce de mis gustos por esta marca de chocolates en especial. –dijo volteando y al verlo...

–Acertaste, como siempre lo haces. –ella le sonrió. –Puedo preguntar ¿Qué haces aquí? Pensaría que estabas en la universidad.

–Tengo la primera hora libre y pensé que seria buena idea invitarte a tomar un jugo y conversar.