UN FUNDASHI SUELTO

4

Mi brazo fue sujetado por él, comenzamos a caminar por los pasillos bajo la atenta mirada de todos.

¡No sé rían estúpidos!, ¿que no ven que me va a matar?

Cuando estuvimos frente a la puerta del consejo estudiantil sentí mi cuerpo temblar, tomo la perilla y giro de ella entrando después de mi.

— Toma asiento — hablo detrás de mi, con los nervios inundar mi cuerpo me senté frente al escrito.

Camino al rededor quitando su saco del uniforme y ponerlo en el respaldo del asiento, lo ví tomar unos papeles y ponerlo frente a mi.

— Quiero que firmes esto — tomo asiento y volteo a verme con sus manos juntas en el escritorio.

— ¿Que es esto? — tome el papel, abrí mis ojos a más poder al ver lo que estába escrito en el.

        Sanción por una semana

— Usted sabe que está contra las reglas espiar a los alumnos, así que como castigo sera sancionado por una semana y mañana tendrá que traer a su responsable para hablar sobre la causa del castigo — hablo recargando su cuerpo en la silla giratoria, llevo su mano a su barbilla acariciando la mientras sus ojos aún estaban sobre mí.

— Yo...— Oh dios mío, ¡Mi padre me matará! Tiene que haber otro castigo por favor.

— Además de hacer recoger los balones en la cancha después del ensayo del grupo de basquetbol — se acerco un poco.

— ¡¿Pero y eso porqué?! — lo mire alterado, el grupo de basquetbol son unos animales, la última vez que ayude a recoger los balones me dejaron la frente sumida.

Él solo bajo la mirada buscando entre los papeles para después voltear a verme.

— Kim Taehyung, ¿Acaso usted no es el culpable de que mi nariz esté rota? — me miro fijamente.

Había olvidado ese detalle.

— Lo siento — baje mi cabeza avergonzado, pero es que aquí en se le ocurre asustarme de esa manera.

Juraría que vio a su alma correr por los pasillos y después regresar a su cuerpo.

— Ya es tarde, además harás...— el ruido de la puerta ser abierta lo interrumpió.

Una linda peliroja entro con una gran sonrisa, con pasos rápidos camino hasta llegar alado de él presidente.

— Jungkookie, haz traído al pequeño Kim — por favor no se burlen de mí, es cierto que soy pequeño pero no por eso me lo van a estar recordando.

— ¿Que quieres Rose? — suspira frotando sus ojos después de retirar sus lentes.

— Eh escuchado todo y veo que quieres darle muchos castigo a esta bolita de masa — hablo tomando mis mejillas y apretarlas.

— Ha roto una regla, es mi deber castigarlo —  se puso de pie en busca de la jarra de agua.

— Es suficiente con la sancion y que su responsable venga — respondió mirándome con ternura.

— Y eso hice, el recoger los balones es por el golpe que me propinó con su cámara — se acerco con tres vasos con agua y ponerlos en el escritorio.

Pero si mi padre se entera de esto me matará, me quitara mis tarjetas y después no podré comprar los nuevos mangas, además de quitarme mis teléfonos y laptop dónde estoy pendiente de mi club, tiene que haber otra cosa.

— Aceptaré otro castigo pero por favor no me sancionen y no le digan a mi padre —  suplique mirando a la peliroja con un puchero.

— ¡Ah! Jungkookie ponle otro castigo — grito volviendo a tomar mis mejillas.

— ¿Hablas encerio? — pregunto incrédulo.

— Si, es la primer regla que rompe así que hay que darle una oportunidad, no seas tan frío Jungkookie — se acerca abrazándome por detrás mientras recargaba su cabeza en la mía.

Je,je, Noona ya cayó, ahora solo falta ese cubo de hielo

— En primera no me llames así y en segunda no doy segundas oportunidades — hay si, si eso desde lejos se nota !Cubo de hielo!.

— Noona, lo siento — baje mi cabeza apenado.

— Haz una excepción por él Jungkookie, solo mira que ternurita — rápidamente volteo a verlo con un puchero.

¡Viejo amargado di que sí!, para la próxima tendré más cuidado de tí.

— ¿Piensas que caeré a esa cara con ojos saltones como si te hubieran atropellado?, Pues fíjate que no — se sentó en la silla con sus piernas cruzadas comenzando a revisar los papeles.

— Noona, duele — señale mi brazo dónde ese cubo de hielo me había traído sujetado.

— ¿En que parte? — con preocupación tomo mi brazo y subió mi manga, con una sonrisa traviesa mire a Jungkook pero este aún tenía la mirada en los papeles.

— ¡Jungkookie eres muy malo! — él grito de la peliroja me hizo saltar en el asiento, mire mi brazo y me sorprendí al ver un pequeño moretón.

            ¿Joder tan débil soy?

— ¿Ah que te refieres? — levantó la mirada de los papeles.

— Has lastimado al pequeño — acerco mi brazo a su rostro.

       ¡Pero no me la arranques!

TaTa —