C u a r e n t a y N u e v e

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Te sentiste mal al día siguiente y podías sentir como tu fuerza se iba agotando cada hora. Jack no se fue a tu lado y siguió intentado hacerte sonreír. Jef, por otro lado, estaba en la habitación de su mejor amiga, todavía sorprendido por lo que había escuchado. La sonrisa en su rostro no había desaparecido y Ashen pensaba que todo ello era divertido y entretenido.

Ella se encontraba hablando con él, pero -¿Qué fue eso?- Fue la única pregunta que Jef le estaba haciendo. Ashen se reía cada vez más.

-¿Se los dirás?- preguntó la Princesa de la Pesadilla y el hijo del joven guardián miró al techo.

-Mmmm ... tal vez ... en el momento adecuado.- Dijo con una sonrisa.

-¿No estás enojado con ellos?- Continuó Ashen mientras descansaba su espalda en su cama.

-En realidad no... De hecho, me alegro cuando lo escuché. No estoy para nada furioso. Además, alguna vez lo creí... Nunca me dejaron. Estuvieron allí desde el principio-. Dijo Jef en voz baja y luego miró a su pequeña amiga -Se convirtieron en mis mejores amigos-

-Estoy feliz por ti, Jef…- susurró Ashen con el ceño fruncido, -Tienes mucha suerte. Mi familia es un desastre...-

-Lo arreglaremos.- Respondió su mejor amigo y Ashen se sentó para darle a Jef un fuerte y cálido abrazo.

De repente, los dos niños escucharon toneladas de campanas tintineando. Se miraron y corrieron hacia la puerta. La abrieron y vieron a los pequeños elfos corriendo lo más rápido que podían. Realmente no tenían idea de a donde iban. Después de unos segundos, aparecieron un par de yetis, corriendo de la misma manera que los elfos.

-¿Deberíamos ir?- susurró Ashen y Jef tiró de ella antes de que pudiera decir otra palabra.

-Pero... ¿Qué está sucediendo?- preguntó Jef a Phil.

"-Hubaka Kilamana Juyido Balibu ...-

-Uh ... No es de gran ayuda, Phil, pero gracias.- Dijo Jef y Ashen rió. -Creo que necesito tomar lecciones de idioma yeti de Norte cuando esto pase-

Siguieron a los elfos y yetis entrando al lugar de trabajo de Norte. Dicen que los cuatro grandes se habían vestido para la ocasión pero Jack no se encontraba con ellos. Los elfos y yetis se apresuraron a ir a otro lugar, probablemente al garaje a preparar el trineo.

-¿Qué está pasando?- preguntó Jef al hombre del traje rojo.

-Es Pitch. Sabemos dónde está. Y lo sorprendente es que no está causando ningún problema. Es como guiarnos a su ubicación pero con un propósito-. Dijo Norte con acento ruso.

-¿Dónde está Jack?- añadió Jef mientras buscaba a su joven padre.

-Con Snowflake. Él no quería ir realmente pero ella lo había obligado- Respondió Norte mientras se ponía su grande y cálido abrigo.

-Quiero ir- Exigió Ashen y los cuatro grandes cambiaron de mirada.

-¿Por qué no?- Dijo Norte inseguro con una sonrisa alegre.

-¿Estás seguro, amigo?- entonces susurró Conejo, Norte simplemente negó con la cabeza. -¿No crees que es parte del plan de Pitch? Él sabe que Ashen hará cualquier cosa para ir a verlo-.

-Lo sé, Conejo... Pero no hay nada que podamos hacer. Ashen quiere detener esto tanto como nosotros-. Murmuró Norte.

Jack Frost entró con un rostro no tan feliz. Acarició la cabeza de su hijo al pasar y habló con Norte. -¿Estamos todos listos?- preguntó con un tono de enojo en su voz.

-En un minuto.- Dijo el líder guardián. -No tienes otra opción, ¿Eh?- añadió con una sonora carcajada.

-Obviamente. Ella también quiere que Jef vaya si Ashen va.- Dijo el joven guardián y luego miró a los dos niños.

•Padres Guardianes Adolescentes• | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora