T r e c e

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"No ... no puedo .." pensaste

Sus labios casi se unieron pero lo empujaste, rechazándolo. Se cayó en la nieve y te miraba sonrojado y moviendo los ojos con extrañez.

-Qu- ¿qué haces?- contestó con miedo.

-Y- Yo...no sé.- Murmuró Jack y se quedó en la nieve blanca. -No sé qué me pasó ...- añadió.

Te abrazaste a tí misma y te alejaste del adolescente. Todavía estaba sentado en la nieve tratando de recordar algo muy importante.

-Jack ... quiero que ...-susurré lo suficientemente alto como para que él escuchara.

El espíritu de invierno alzó la vista y se detuvo su corazón cuando escuchó que dijiste, -Debes dejar de creer en mí ..." le dijiste seria.

-¡¿Qué?!- gritó con locura y se levantó. .En primer lugar quieres que te vea y ahora quieres que...-"

-Tienes que dejar de verme- Lo corregiste e hiciste que se callara. -Lo hice para salvar a tu madre.-

El viento helado soplaba y la nieve se extendió por todas partes. Jack cerró su mano en un puño. Cerró los ojos y una lágrima cayó por sus mejillas frías.

-Ahora ... por favor ... renuncia a creer en mí ...- dijiste en voz baja, pero nadie respondió.

Oíste pasos que caminaban lentamente hacia tí. Te abrazaste tú misma aún más fuerte. De repente, el sonido se detuvo y puediste sentir al joven guardián respirar detrás de tí.

-No sé lo que eres.-Dijo Jack y continuó: -No sé de dónde vienes o cómo es que existes. No sé nada acerca de tí ni tú vida...-

El viento soplaba más frío y más fuerte, pero el muchacho adolescente parecía afectado por ello. -Pe-pero ... ¿Por qué siento ... No sé ...-hizo una pausa y tocó sus hombros, -Algo ...-

Cerraste tus ojos cuando sentiste las manos del espíritu de invierno tocando suavemente tus hombros y frotándote lentamente. Sentías lo mismo que cuando ambos se tomaban las manos de vuelta a la casa; Pero esta vez, más fuerte.

-¿Hay algo que no me estás diciendo?- preguntó el espíritu de invierno y se acercó a tu oído.

-No... nada ...- le dijiste nerviosa.

-Estás temblando. Dime ... ahora.- Dijo sonando a amenaza.

-Te-te dije ... No estoy escondiendo nada.- Dijiste tratando de mantener tu voz tan firme como pudiste.

-No te creo.- Jack dijo con severidad y agarró tus hombros con más fuerza.

Sentiste la ira del espíritu de invierno y sin querer ceder de sus acciones. Esto podría arruinar todo. Sabías que debía morir, entonces tal vez, sólo tal vez, si algo cambiaba todo el destino y el futuro se modificaría.

-¿Quieres respuestas?- le espetaste furiosamente quitando la mano de Jack y lo enfrentaste. -Tienes que renunciar a tú fe en mí! gritaste tan fuerte que todo el lugar retumbó, los pájaros volaron y pequeño lago se quebró.

Jack se quedó mirando serenamente. No movió un músculo. Tiene la sensación de que no le puede doler y está bastante seguro de eso.

-Dame una razón por la cual debo...hacerlo...- dijo y le dio un rostro severo.

No podías responder a esta pregunta.Jack esperó tu respuesta pero no podías hablar ni mirarlo. Perpleja, intentaste volar de nuevo, pero esta vez el joven guardián te tomó de la mano y te tiró hacia abajo.

Él te empujó hacía la nieve y te tomó ambas muñecas. Acorralándote el cuerpo completo evitándote poderte mover. Él quiere respuestas, respuestas reales. Jack siente que algo no está bien.

•Padres Guardianes Adolescentes• | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora