S i e t e

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Tu y Jack dejaron el orfanato y en vez de volar, tenían pensado usar una esfera de portal mágico que conduce al polo Sur pero decidieron caminar. Y mientras se dirijian allá, el silencio cayó entre los dos y el único sonido que había era el del viento frío que soplaba durante la noche.

-Así que ... Jef dijo que él ...- susurraste y Jack asintió. El joven guardián te contí sobre lo sucedido de antes y de lo que tu hijo se enteró.

-Yo no sabía que él todavía, recordaba eso.- Añadiste.

Tú no esperabas que Jack tuviera esos recuerdos a una edad tan joven. En ese momento recordaste, él ya tenía pocos meses de edad cuando tu y Jack hicieron la cesta azul del muchacho. De pronto, sin darte cuenta de el hielo que había en la carretera, te resbalaste y afortunadamente Jack Frost estaba allí para atraparte.

-Woah!- dijo Jack y se rió. -Mira al frente por un momento y deja de pensar- Añadió y besó tu frente antes de ponerte en pie.

Tus mejillas se pusieron rojas y Jack te dió una sonrisa. Ustedes ya han estado juntos durante cien años y contando, pero todavía se sienten mariposas en el estómago cada vez que sucede algo dulce entre tu y el espíritu de invierno.

-Estás bien?- -preguntó Jack con una risa ligera.

-Yo ... yo sólo pienso en alguna solución ...- Dijiste con una sonrisa y seguiste caminando con él.

-Hmm ... ¿Es sobre Jef otra vez?- dijo Jack y reposó su bastón en su espalda mientras te veía.

-S-sí ... estoy preocupada por él Jack ...-

Jack se detuvo y te dió un beso rápido en los labios e hizo que tus preocupaciones desaparecieran, por ahora. Ambos rieron durante unos segundos, pero el problema sobre Jef vino rápidamente de nuevo a tu cabeza. Te quedaste mirando el suelo y te tomó unos minutos para responderle de nuevo al joven guardián.

-Yo no ... quiero seguir con esto ...- le susurraste y suspiraste profundamente. El espíritu de invierno se detuvo y te miró y dijo: -Que- ¿qué quieres decir?-

-Quiero decir ... quiero que Jef ... sepa quiénes somos y quién es él.- Le dijste seria y lo miraste. -No lo puedo visitar más sin que sepa quiénes somos realmente.- Añadiste.

El espíritu de invierno escuchó, pero no respondió. Bien sabías que era una absurda idea. Ya que tu fuiste la de la idea y ahora te arrepientes. -El niño no tiene ningún amigo y piensa que sus padres lo dejaron. Y lo peor es que SOLAMENTE somos sus amigos!-

-Por lo menos ... nos piensa como sus padres _____.- dijo Jack que rompió el silencio que se extendió un rato.

-Y estás bien con eso?- le dijiste en un tono bastante irritado y agregaste: -¿¡Crees que está bien que pretendamos ser sus padres?!-

El espíritu de invierno no respondió y siguiste dándole una mirada furiosa. No se molestó en verte, porque él sabía que ya estabas enloqueciendo y que estabas terriblemente enojada. Lanzaste un profundo suspiro y seguiste mirando al suelo, sin dejar de caminar.

-Es la condición recuerdas?- dijo que el espíritu de invierno. -Es mejor para Jef no saber que somos sus pa-

-¿¡Que no sepa que somos sus padres?!- le respondiste de una manera agresiva.

-No exactamente.- Murmuró el joven guardián, -Es mejor para Jef no saber acerca de nosotros. Él estará a salvo de esa manera. Estamos haciendo lo mejor para él.- Respondió el joven guardián y levantaste la cabeza hacia él y añadiste: -Estamos protegiéndolo de Pitch y los otros peligros que pueden venir por él si saben que él no es un chico normal.¿También sabes que el mundo humano es peligroso, cierto?-

-¿Acaso crees que está seguro?- Le dijste a Jack con tus ojos azules furiosos. -¡Le estamos haciendo daño Jack! ¿No te das cuenta? No lo estamos protegiendo! Los niños se burlan de él, no estamos siempre ahí para él, él tiene recuerdos de pequeño, y ni siquiera sabe que él es el hijo del espíritu invierno! !Todo lo que sabe es que lo dejamos en ese pequeño pesebre de abandonados y no deseados!-

-Para ...- murmuró Jack, pero no paraste y continuaste gritándole impulsivamente.

-¿Cuándo voy a oírlo decir Mamá en vez de decir mi nombre?- añadiste con voz más tranquila. -Puede que seamos guardianes, pero ...- sus ojos suaves se volvieron fríos y enojados como los tuyos cuando terminaste de hablar -Somos los peores padres!-

Jack dio un paso atrás lejos de ti y perdió la paciencia. Él trató de razonar contigo, pero te rehusabas a escucharlo.

-¿Quieres pelear? Te voy a dar una razón-. murmuró Jack y gritó, -¿Querías esto?! Te advertí _____ te lo advertí!"

Tus ojos se abrieron cuando escuchaste al espíritu de invierno. Nunca lo habías oído hablar y gritar de esa manera. Pero te diste cuenta de lo que él dijo: -¡Tu quisiste.!- en lugar de decir "nosotros" que hacía que solo yo tuviera la culpa de aquella decisión.

-Le pregunté varias veces si estaba seguro de tener un hijo. Estuviste de acuerdo y no te importaba lo que él fuera a pensar o sentir sobre nosotros, siempre y cuando él estaba allí! Y ahora tu estás diciéndome que no puedes soportarlo!
!Debería de ser yo el que diga no quiero esto!- espetó Jack Frost.

Puedes sentir las lágrimas que comienzan a caer por tus mejillas hasta tu quijada. -Entonces, que no quería esto, eh ...-comenzaste.

-Todo este tiempo ... quise tener un niño. Pero tu eres el que no quiere a Jef en el primer lugar!- Gritabas cada vez más cerca del espíritu de invierno.

Esa declaración golpeó el espíritu de invierno como una bofetada en la cara. Él no se pudo controlar y golpeó el terreno con su bastón haciendo más frío y gélido el lugar. Cerraste los ojos abrazando tus brazos cuando azotó su bastón y el frío golpeó tu cuerpo.

No sólo sentiste el viento sino que también la ira de Jack. Te quedaste congelada, no podías ver a Jack a los ojos. El espíritu de invierno tomó su bastón fuertemente mientras te observaba con rabia.
"Amo a Jef tanto como te amo a tí...·" pensó el joven guardián, pero dijo lo contrario.

-Sí ... No quiero tener nada que ver con él!- gritó Jack -estuve de acuerdo en tener un niño gracias a ti. ¡Quiero que seas feliz! ¡¿Pero qué estás haciendo por mí en este momento?!" añadió. -¡Tu querías esto, no yo!. ¡Ya me cansé, me voy!-

Jack Frost te dejó sola en esa calle oscura mientras sollozabas en silencio. Querías volver y darle un abrazo. Tal vez fue mucho el daño en lo que dijiste acerca de no cuidar a su hijo.

Fuiste a casa sola, pero no viste al espíritu de invierno. Subiste las escaleras a la habitación y abriste la puerta con cautela esperando que el joven guardián estuviera allí, durmiendo. Y querer decir lo siento, pero por desgracia, él no estaba por ningún lado.

En silencio fuiste a la cama y enterraste tu cara en la palma de tus manos y gritaste hasta quedarte dormida. No sabías que el espíritu de invierno estaba allí, en las afueras, viendote mientras llorabas por horas. Su corazón se derritió y sus ojos simplemente no pudieron verte así.

De repente, las luces del norte iluminaron el cielo oscuro y Jack sabía que había problemas. Levantó la vista y te miró. No se molestó en despertarte y decidió ir al polo solo. Pero antes de ir, entró a la casa con cuidado para no despertarte del sueño profundo y te dio un rápido beso en los labios.

-Tienes que saber que me importas ... me preocupo por ti y Jef ... Duerme mi vida ... Volveré-, dijo en voz baja y te plantó un beso en tu frente -Te quiero tanto...-

•Padres Guardianes Adolescentes• | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora