D i e c i s é i s

3.7K 320 117
                                    

El cielo estaba cubierto con los colores del atardecer mientras lentamente se somaba el anochecer. Escuchaste el sonido de la puerta cerrándose, creyendo que fue el espíritu del inivierno. Cerraste tus ojos y sentiste el aire soplando detrás tuyo.

Jack se abrazó a sí mismo y titiritó gracias al frío. Se colocó a un lado tuyo pero no habló por unos minutos.

-Si n... Si no te importa, ¿Podrías cuidar de mi hermana y mi mamá una vez que me haya ido?- dijo Jack rompiendo el ambiente tenso.

Volteaste a verlo sorpendida mientras una lágrima caía por tu mejilla. El guardián hizo que dejaras de soltar lágrimas cuando empezaste a sorber.

-¿Cómo puedes decirlo tan tranquilo?- le preguntaste extrañada -Jack, vas a morir. ¿No tienes miedo?-

-Tengo miedo, pero dijiste que debía hacerlo- dijo mientras besaba tu frente -Mi mente y corazón dicen que debo hacerlo y que es lo correcto-

-Pero- no pudiste continuar ya que Jack te interrumpió.

-Además... dijiste que si no hago esto... tú no existirás, cierto?-

-¡Pero Jack! Si acabas de conocerme... ¿Porqué harías eso?- le preguntaste tocando sus frías mejiillas.

-Por que... me enamoré... de tí...- dijo el joven de cabello castaño ruborizádose -Cuando te ví por primera vez, sentí que te conocía de hace mucho, mucho tiempo -Sé que suena loco y nos acabamos de conocer pero... estoy seguro de lo que siento-

El viento se detuvo y la noche cayó. Jack y tú caminaron entre los árboles sin dirigirse palabra alguna. Paraste de andar y recargaste la espalda en un tronco mientras te sentabas en la nieve.
Jack hizo lo mismo y entrelazó sus dedos con los tuyos. Lo miraste sorprendida y con las mejillas rojas. Tú corazón palpitó locamente y sentiste nervios por la manera en la que te veía.

-5 días más- susurró Jack.

-No los cuentes, el tiempo pasará realmente rápido si lo haces- dijiste de mal humor.

Jack rió pero tu cara era la misma. Aclaró su garganta y acarició tus suaves manos. Lo miraste mientras el se acercaba a besar tus manos y muñecas. Escuchaste a los buhos ulular y a los grillos chirriar. La noche era traquila y brillante. Viste el cielo y divisaste la gran luna en el obscuro cielo.

Jack repitió tu acción y sonrió -¿Qué me pasará después?- replicó el chico.

-Te convertirás en alguie más y no podrás recuperar tu memoria humana- respondiste nerviosa.

El joven guardián se asustó un poco y te miró asombrado. -Bueno, eso es triste-

-Tengo miedo- le explicaste al chico -Me olvidarás, a tu hermana, a Jef, a tu madre e incluso de tí mismo-.

-Eso no es posible, ¿Porqué los olvidaría?-

Decidiste no responder y separaste tus manos de las de Jack. Te incorporaste y caminaste lejos de Jack. Él te siguió e inconscientemente te abrazó por la cadera y te atrapó en sus brazos.

-¿Qué estás...?-

Puso sus manos detrás de tu cabeza y presionó sus labios contra los tuyos. Trataste de alejarte de él pero volvió a unir sus labios en un profundo beso. Sentiste como regresabas a la vida una vez más.

El espíritu del invierno no sabía que hacía. Te continuó besando hasta que le respondiste el beso. Te recostó en la fría nieve y te besó nuevamente. Con tus ojos abiertos, veías como los ojos color marrón de Jack te miraban con determinación.

-Detente...- susurraste pero él no lo haría, al contrario, fue profundizando el beso aún más.

-Jack... detente...- Le rogaste pero no te escuchaba.

•Padres Guardianes Adolescentes• | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora