V e i n t i u n o

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La luna yacía sobre su punto máximo mientras que el ambiente era tranquilo y con brisa. Has estado buscando a tu hijo pero hasta el momento, no has tenido éxito. El bosque era demasiado grande y puede que ande merodeando por allí.

Buscaste por todos los lugares posibles, cada rincón, cada montículo de nieve y cada árbol pero sigue sin haber señal alguna de Jef.

"¿A dónde fuiste...?" pensaste mientras cortabas una rama de árbol.

-Es mitad humano... Y afuera existen muchas clase de criaturas...- dijiste angustiada.

De repente, notaste algo desde los arbustos. Caminaste hacía ellos y viste pisadas frescas en la nieve.

"Podría ser Jef..." pensaste. "Es del tamaño de su pie"- añadiste mientras veías a lo lejos.

Decidiste seguir las huellas, siguiendo una tras otra. Te dejaste llevar por el camino bajando accidentalmente tu guardia.
Dejaste de caminar en cuanto las pisadas de humano se convertían en unas huellas de lobo.

Inspeccionaste el área viendo como las huellas rodeaban un árbol. Miraste el viejo árbol y viste algo inusual, subiste volando hasta ahí con la esperanza de encontrar a tu hijo.

Una pequeña daga roja se encontraba en una de las ramas. La sacaste de su estuche y la observaste.

-Debe haber trepado para evitar a los perros salvajes" susurraste viendo alrededor. "Pero... ¿Dónde está? Pensaste.

Jef y Jack llegaron a la ciudad, se Jef se alteró al escuchar las viejas bocinas de los autos, gente riéndose, adolescentes caminando y niños jugando. Por un momento, extrañaba el lugar de dónde en realidad venía.

No esperaba encontrar lugares conocidos, sin embargo, reconoció algunas tiendas y nombres de calles.

-Espera un momento pequeño, te pondré en algún lugar en el que nadie pueda verte- dijo el espíritu del invierno.

Jef subió a los hombros de Jack y fueron camino abajo. El joven guardián bajó a Jef lentamente y con cuidado de no lastimarlo.

-¿Estarás bien tú solo? Preguntó viendo fijamente al pequeño.

-Si, si, no te preocupes...- dijo Jef dudando. -Por primavera vez siento alivio de no estar cerca de Josh (el pequeño niño de 12 años que lo molesta).

-Ja, Ja, ok... Estaré de vuelta, lo prometo- dijo el espíritu de invierno acariciando el cabello del del pequeño.

-Encontraré a la chica que estás buscando- añadió mientras volaba lejos.

-¡Jack!- gritó el niño pero el guardián ya había volado. -No es una... Chica...- susurró.

-¡Nah! Tarde o temprano lo descubrirá... Talvez...-

Jef decidió visitar la ciudad. Y buscó un lugar en donde comer, increíblemente encontró dinero en su bolsillo, suficiente para comprar una hamburguesa.

-¡Yay!- dijo encaminándose al punto de venta.

-¡Hey! ¡Jorge!- gritó con entusiasmo el niño.

-Hey... Niño...?- respondió el hombre.

-Oh... Cierto...- susurró en voz baja. -Es que eres muy famoso. Soy nuevo aquí y escuché sobre tus hamburguesas así que...-

-Jaja, ¿enserio? ¿Famoso yo?- fue interrumpido Jef por el hombre mientras sostenía una espátula.

-Entonces... ¿Cuál es tu nombre?- añadió.

-Soy Jef- dijo con una sonrisa de oreja a oreja. -Bueno, compraré una hamburguesa porfavor-

•Padres Guardianes Adolescentes• | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora