■14■

146 11 0
                                    

Leo siguió mirando alrededor, mientras le daban las bienvenidas, siguió buscando a alguien, estaba a punto de rendirse que vio una cabellera familiar,  agradeció que su hermano estaba a su lado y no pudo confundirlo, se despidió de Calipso, que se había vuelto buena amiga y soportaba todas sus pláticas sobre Nico y corrió hacia Triton, apretando el anillo de Nico sobre su pecho, finalmente llegó frente al dios.

—Leo— saludo Triton

—Dime que no está muerto— dijo Leo con una súplica escondida en sus ojos.

—Lo siento, no lo sabemos— dijo Triton con una sonrisa triste —Desapareció, primero pensamos que se había convertido en una sombra pero no fue así, su alma tampoco está en el inframundo, no sabemos donde está.

—Debe de seguir vivo— trato de convencerse Leo.

—Si sigue vivo lo encontraremos— dijo Triton —Vamos con tus amigos, podemos hablar de eso mañana.

—Pero...

—Necesitas descansar Leo— dijo Triton —Incluso puedes estar en la cabaña de Hades, puedo hacer una excepción por ti.

—Gracias— dijo Leo.

El hijo de Hefesto sacó el anillo que estaba bajo su camisa, lo miró, lo apretó contra su mano, ese era uno de los únicos recuerdos que tenía de Nico, aparte de las fotografías en el apartamento de Nico y las del Bunker 9. Leo sintió unos abrazos envolviendo, el olor a mar lo inundó, le devolvió el abrazo con fuerza, la camisa de Triton se mojó, el dios no dijo nada, el había tenido su tiempo de llorar pero Leo había esperado meses para verlo solo para descubrir que había una posibilidad de que Nico estuviera muerto.

—Lo extraño— dijo Leo

—Lo se— dijo Triton —Yo también lo hago.

Triton siguió abrazando a Leo dejo que el castaño llorara sobre su hombro, unos minutos después Leo se separó y se quitó las lágrimas que aún estaban en su mejillas, ambos caminaron en silencio hasta donde estaba el grupo. Lester o Apolo se acercó a su pareja y tomo su mano, entendiendo que Leo se había enterado de Nico. En un momento a otro todos estaban confundidos sabían que Rachel no podía dar profecías pero verla caer y que un humo verdoso saliera de su cuerpo.

—Un semidiós llegara, hijo del inframundo, principe de los infiernos. A la muerte de su fuego el dolor al vacío lo llevará. El príncipe su humanidad perderá. Caos un padre para el sera, un recuerdo vendrá, su felicidad será al dormir de Orden.— recitó Rachel antes de que humo volviera a ella.

—Es mi culpa— susurró Leo

—Al vacío no se refiere al lugar que está abajo del tártaro ¿cierto?— pregunto Percy

—Lo hace, es el único lugar de Caos— dijo Tritón —Los únicos lugares que los dioses no tienen control, el tártaro y el reino de Caos.

Leo salió de ahí, dirigiéndose al bunker 9, había varias cosas de el por las veces que se quedaba dormido ahí, tomó una mochila y guardo varios cambios de ropa, tomo una foto de el y Nico que estaba ahí y la guardo en su mochila. Salió del búnker para ver a Festo enrollado sobre la entrada , Leo se apoyó en el dragón, Festo le dijo algo en código morse y Leo se subió, dejando una pequeña carta en la puerta del bunker, Festo elevó en vuelo.

Leo nunca aprendió manejar una arma en el campamento, pero estando a fuera de las barreras de cualquiera de los dos campamentos aprendió a hacerlo, Nico le había dado una daga para que pudiera defenderse pero nunca pudo enseñarle porque estaban en guerra y en el tiempo pacifico Leo estaba construyendo el Argo II, mientras Nico estaba en las misiones de  su padre, así que aquella daga que Nico le había dado y Festo se habían vuelto sus compañeros desde que salió del campamento, con suerte de que encontrara a Nico  una parte de él sabía que esa búsqueda era en vano pero Leo no se rendiría hasta encontrar a Nico, había perdido a su madre pero no podía permitirse perder a Nico, un chasquido detrás de el, hizo a Leo sacar su daga, miro alrededor para ver un movimiento en los árboles, Festo se paró y gruño.

The Ghost King Donde viven las historias. Descúbrelo ahora