Absurda rivalidad

La Fiesta

Supongo que querrán saber que pasó aquella tarde en la biblioteca, salíamos de clase a las 2, nos veríamos en el lugar acordado más tardar las 2:30, sí, en el anterior trabajo habíamos dicho que no haríamos esperar al otro más de media hora. 

Aquel maldito no llegó hasta las 3:30, hora y media después, por suerte Julieta (a la que le gustaba la ayudante de la bibliotecaria) me acompañó y estuvo conmigo hasta que "el rey" se dignó a aparecer.

-No lo entenderías Brown -llegó diciendo muy sobrado -tuve que dejar de hacer cosas importantes solo por venir a reunirme contigo -me vio con fastidio.

-Pues puedes volver a hacer tus "cosas importantes" -recalqué esas 2 palabras con desprecio -porque yo me largo, nos vemos mañana, ésta vez, a la hora -agarré mis cosas y junto a Julieta me fui, dejándolo sentado, que ni creyera que iba a hacer el trabajo después de todo el tiempo que esperé, lo iba a hacer perder el tiempo a él también -no puedo creer que haya llegado tan tarde.

-yo no puedo creer que me sacaras de ahí justo cuando Melany y yo ya habíamos hecho contacto visual -dijo mi amiga molesta, yo la vi de igual manera y arqueando una ceja, bufé y no dije nada más.

-Hora y media perdida, ¡hora y media! -agregué después de unos segundos.

-Perdida porque tu quisiste, habían 2 chicas que te estaban viendo y 1 chico que te estaba comiendo con la mirada -yo la miro extrañado -hay más personas en el mundo que solo Eduardo, Liam -dijo con fastidio

-Cla.claro que hay más personas -¿me sonrojé? supongo que sí, Julieta me está viendo raro y luego suspiró.

-Creo que necesitas una fiesta, algunos tragos -me sonrió con malicia, yo le devolví la sonrisa.

-Si, creo que eso necesito

-Ésta noche.

-A la hora de siempre?

-A la hora se siempre -llegamos hasta la salida y cada quien se fue para su casa.

Todos mis amigos iban a esa fiesta, realmente era una reunión, y sí, es Jueves pero, a quien le importa, ¿qué, creían que era el típico niño estudioso que solo hace tareas? Pues no, no puedo negarme a una fiesta, ok, solo los domingos y lunes, de resto, estoy disponible para lo que venga, y ésta vez, no sería la excepción.

-¡Si mamá llegaré antes de las 3! -dije cuando iba saliendo.

-No debería dejarte ir, mañana tienes clases -dijo severa desde la cocina.

-cuando una fiesta ha impedido que sea el mejor mamá? -la miré con suficiencia.

-Nunca, saliste igual a mi -vino hacia mi para darme un beso en la frente.

-Fiestera? -se me quedó viendo con los ojos entrecerrados.

-Siempre he sido lo mejor, así que cuídate, no quiero arrepentirme luego -me dio otro beso.

-está bien, está bien -le doy un beso a ella y salgo de la casa, ya me estaban esperando.

-Mami no te dejaba salir?  -dijo José cuando entré a la camioneta.

-Ya quisiera yo que su mami no me dejara salir -lo miré con desagrado

-no te pases Julián.

-Pronto tendrás que tenerle más respeto a tu padre.

Llegamos al lugar, era en casa de una amiga de Julieta, aunque ya no sé si es solo amiga o no, solo sé que tiene una gran casa y siempre anda haciendo fiestas, el ambiente estaba fresco, aunque hubiesen bastantes personas bailando, yo no tardé en unirme, me gusta bailar, me desconecto, libero estrés, y vaya que necesitaba liberarlo.

Después de un rato decidí ir a buscar una bebida ya que estaba algo cansado, mis amigos andaban por ahí, pero yo no necesitaba estar pegado a ellos, se me da bastante bien socializar, solo debo estar pendiente, no quiero que me dejen.

-Bailas bien -un chico se me acercó mientras yo bebía, yo lo miro, un poco desconfiado.

-¿gracias?

-Te he visto solo desde que llegaste, ¿tus amigos te abandonaron? -tenía una mirada profunda, perecía unos años mayor.

-no, yo me alejé de ellos, no creo que mueran si no estoy -bebí un sorbo de mi trago, noté como se acercaba a mi, podía oler su colonia.

-Así que eres como un lobo solitario? -arqueó una ceja. Este hombre me está coqueteando, ¿debería dejarlo o apartarme? ¿Besará bien?

-Podría decirse -el contacto visual era continuo, dejé que se acercara. Creo que intentaré descubrir si besa bien o no. 

-Ya veo -se acercaba más -¿no quieres bailar un poco conmigo? -una pequeña sonrisa apareció en ambos rostros.

-si, porqué no.

Nos dirigimos al centro donde estaban bailando todos, bailamos por un buen rato, hasta que nuestros cuerpos estuvieron tan pegados que nos terminamos besando en un pasillo, un beso desesperado, necesitado, nuestros cuerpos juntos, restregándonos el uno con el otro, un sonido telefónico nos hizo separarnos, era su celular.

-¿si? -nos quedamos viendo -claro amor, voy para allá -levanto mis cejas -si, nos vemos -colgó, yo le sonrío, me acerco y le doy otro beso, uno más lento y calmado.

-besas bien -me volví a alejar y me regresé a donde estaba la gente bailando, vi a mis amigos sentados en unos muebles y me senté con ellos, por un momento estuve viendo hacia la salida, cuando el sujeto pasó, hicimos contacto visual, nos sonreímos y luego el salió.

-Hueles a puta -me dijo Julieta en mi oído.

-Ha de ser tu colonia que apestó todo el lugar -le dije sonriendo, ella rió.

Regresamos a casa casi a las 3, el ambiente estuvo bastante bueno, en varias partes mis amigos desaparecieron del grupo de baile, en un punto estuve bailando yo solo, luego volvían, y así, ninguna otra persona se me acercó en la noche, no me molestó, yo disfruté la fiesta, llegué bañándome y yendo a dormir.

El día siguiente tendría que soportar estar con la persona más odiosa durante horas, necesitaba energías para afrontar aquello. 

-Definitivamente, el universo te odia Liam, ponerte con tu peor enemigo en un trabajo que vale casi que la mitad de la materia, te odia o te ama.

-No sabes lo que dices Julie.

-Sabes perfectamente a que me refiero, por dentro, estás agradecido.

-Yo no agradezco mi perdición y mi desgracia.

-¿Estás seguro que él es solo es para ti?

-Tiene que ser solo eso para mi.

¿Cuántas veces había tenido esa conversación con ella? Ya perdí la cuenta, también perdí la cuenta de las veces que me maldije por enamorarme de él.